Playa Blanca acogió este sábado la actuación del cantautor Arístides Moreno en un concierto en el que el artista realizó un canto a la vida. Con su singular forma de actuar, el compositor invitó a pequeños y grandes a alejarse de la cultura de la queja, a aprovechar la salud y a "disfrutar en solidaridad con los que verdaderamente lo están pasando mal o peor".
Arístides interpretó ‘Canción de despedida por los que nunca se van’, aludiendo a la presencia y recuerdo eterno de quienes se adelantan al inevitable viaje sin regreso. Y así como exaltó las energías positivas y las dichas de la existencia humana, en el concierto del compositor no faltó la crítica a la realidad y reflexión hecha música sobre la deshumanización del planeta.
En este apartado puso en escena composiciones que apuntan a los atropellos del poder como ‘El ignorante’ o ‘Somos los que estamos’. Ambas canciones a ritmo de reguetón y supliendo con la boca sonidos electrónicos muy presentes en el popular género caribeño.
La noche de Playa Blanca estuvo también amenizada con la actuación de Ciempiés Ni Cabeza, banda lanzaroteña compuesta por ocho músicos y cantantes que entusiasmó y puso a bailar al público sureño con sus fusiones rítmicas contagiosas y canciones de autoría propia. Los carismáticos Ruth y Jacobo, voces líderes, y el grupo entero coincidieron con Arístides Moreno en ofrecer el concierto en Playa Blanca con la "clara intención de celebrar la vida".