LOS PARTICIPANTES PUEDEN SEGUIR ENVIANDO OBRAS HASTA EL 31 DE AGOSTO

Nuevas historias de amor se incorporan al Certamen de Microrrelatos de Radio Lanzarote

Los relatos no paran de llegar a la redacción de Radio Lanzarote. Los participantes podrán seguir enviando sus obras, un máximo de 5 por persona, hasta el próximo 31 de agosto... Lea aquí los nuevos microrrelatos

19 de agosto de 2016 (23:40 CET)
Nuevas historias de amor se incorporan al Certamen de Microrrelatos de Radio Lanzarote
Nuevas historias de amor se incorporan al Certamen de Microrrelatos de Radio Lanzarote

Amores fraternales, pasionales o carnales, amores perdidos, desamores y amores reencontrados. Todos ellos protagonizan las historias que sigue recibiendo el VI Centamen de Microrrelatos de Radio Lanzarote, cuyo plazo para presentar obras continúará abierto hasta el próximo 31 de agosto. Y es que los relatos que se presenten a esta sexta entrega del concurso deben incluir como tema el amor o el desamor y además, como cada año, la radio deberá aparecer en la historia. 

En cuanto a los premios, el ganador se llevará un fin de semana en el hotel Natura Palace de Playa Blanca para dos personas, mientras que el segundo clasificado recibirá un Mezze para dos personas en el restaurante Sebastyan, de la misma localidad turística. Por último, el tercer clasificado se llevará dos entradas para el cine 6D del Centro Comercial Biosfera de Puerto del Carmen.

Al igual que en anteriores ediciones, la extensión máxima de los cuentos debe ser de 100 palabras, incluyendo el título en caso de que lo lleve. Cada autor podrá presentar un máximo de cinco relatos, que podrán estar firmados con pseudónimo, siempre que se adjunten el nombre y teléfono de contacto de su autor. Quienes lo deseen podrán enviar sus obras a la dirección: concursorelatos@lanzarotemedia.net. Hasta entonces, La Voz de Lanzarote publicará semanalmente aquellos que se vayan recibiendo y que cumplan los requisitos de participación.

Éstas son las nuevas obras recibidas en la semana del 5 al 11 de agosto:

 

 

Sin título


Dio paso a la siguiente llamada.

- ¡Buenas noches! ¿Dinos tu nombre?

- Me llamo María.

Un silencio inesperado vació las ondas.

El locutor volvió a hablar.

- ¿Y qué canción quieres pedir, María? -preguntó con voz quieta.

Ella esperó, para coger impulso.

- "Goodbye my lover" -se oyó tragar saliva- de James Blunt.

Esta vez el silencio fue más largo y rotundo.

- ¿Quieres -tuvo que parar-, quieres dedicársela a alguien, María?

La señal intermitente del que acaba de colgar entró por sus cascos. Y el silencio definitivo deslizó la canción en antena, precipitándose calladas mejilla abajo, las lágrimas.

 

Podría ser


No creía en los flechazos ni en los amores a primera vista. Ya casi ni creía en el amor, en ninguna de sus versiones. Odiaba cuando salían canciones de amor en la radio.

Por eso le descolocó toda la energía que sintió al conocerla... aquella chica era mágica...una sola palabra suya era suficiente para sacudir todo su mundo interior. Y cuando sus miradas se cruzaban saltaban fuegos artificiales.

Y aunque sabía que era un amor imposible, era imposible no amarla.

 

Elvis


Más que amado ella le había idolatrado. Fue su primer y único amor y la felicidad la había acompañado durante cuarenta años.

Sin embargo hoy el castillo de naipes construido con amor infinito se había derrumbado. Mientras en la radio sonaba una romántica canción que otrora le habría hecho suspirar, ella se secaba las lágrimas tumbada en el sofá.

Hacia tres horas que el había salido por la puerta para siempre, lanzándose en brazos de otra mujer mas joven.

Y en la radio seguía sonando el " Love me tender", de Elvis, una de sus canciones favoritas.

 

Susurros


Mi vida se ha acabado, solo quedan resto de lo que una vez fue una familia.

Mi mujer, fallecida, mis hijos ya se han olvidado de mí, lo único que me quedan son los susurros, susurros que compartíamos tu y yo amor mío, juntos los dos en nuestra terraza particular, alejada del ruido de la ciudad, en la cual compartíamos los susurros de una radio, esa que nos gustaba poner bajito para poder conversar el uno con el otro, dejando así solo los susurros de una radio, los cuales me recuerdan a ti.

 

Recuerdo


Todavía te tengo en mi mente, clavada como una estaca, solo fue una noche pero te tengo ahí atrapada. Ya he cruzado por todo el mundo con mi barco, pescando peces imposibles, surcando olas inmensas y conociendo mujeres en cada uno de los puertos, pero ninguna se compara contigo, tú dulzura y tú belleza no se compara con la de nadie. Recordare siempre esa noche en la que escuchamos la radio en el puerto y conseguiste emblandecer a este marinero de aguas bravas, algún día regresare, pero esta vez soltare el ancla y no volveré a navegar más.

 

Oro


Había vivido hasta ahora como quería, tenía todo lo que deseaba: coches, barcos, casas, todo estaba a mi alcance. Vivía sin importarme nada más que yo y mi cuenta bancaria inagotable, éramos uña y carne ella y yo, pero entonces apareciste tú, con tu melena dorada, más que cualquier lingote de oro, escuchando la radio, y me cambiaste la vida. Entonces deje de vivir para mí, para comenzar a vivir para ti, pero me volviste a sorprender cuando no quisiste que viviera para ti, si no que viviéramos para nosotros, sin excesos, sin vicios, solos tu y yo.

 

Libertad 


Lo intente más de diez veces, pero no pude, me lo impedían o me descubrían. Pero solo me vasto con una vez, me aferre a esa posibilidad, esa que solo existe una entre miles, y la conseguí, tuve que guardar silencio para que no me descubrieran, tuve que sufrir para no desperdiciar la oportunidad, pero cuando lo conseguí, cuando me fugue de la cárcel, pude ver tu rostro, entonces nos abrazamos mientras sonaba nuestra canción en la radio, pero no duro mucho, no tardaron en encontrarme ellos sabían que vendría aquí, para poder verte una última vez.

 

Aroma


Todas las mañanas sigo la misma rutina: levantarme, ducharme, vestirme y desayunar, desde que perdí la vista en aquel accidente me gusta mantener un orden en mi vida. Pero es el desayuno el que más me gusta hacer, pues es la única que me ayuda con el día a día. El secreto es el café, ese aromático café que siempre comprabas, del que yo siempre me quejaba, aunque ahora lo adoro, es el único café en el mundo que me hace ser capaz de volver a verte amor mío, sentada frente a mí sonriente, mientras escuchamos la radio.

 

Se apagó la radio


Papa murió y la radio con él. Se llevó sin avisar al Elvis que me cantaba jailhouse rock mientras me dejaba en la puerta del colegio recordándome que todo iría bien. La voz que daba alegría a las baladas tristes de Sabina. Las rastas de Marley, incluso cuando nunca tuvo más de dos pelos en la cabeza desde su mayoría de edad.

Donde todos veían a un loco cantando, yo veía a un hombre loco, sí… pero de amor

Por verte sonreír, por verme sonreír, he vuelto a encender tu radio.

 

Reproche 


Me preguntarías:

--¿Qué quieres...?

Te respondería:

-- "Mejor pregúntame: ¿qué es lo que me gustaría..? (bajaría el volumen de la radio, y, en efecto, yo te respondería, esperando, igual, un cachete o la dentellada de un beso): Me hubiera gustado no haber conocido a tu marido... Cada vez, se me atraviesa como un muerto en todas mis fantasías".

Me devolverías la mirada, y sin cerrar del todo los ojos, me dirías:

-- ¡Cochino..!

Te abalanzarías sobre mi, como una fiera. Me amarías una vez más, y otra vez, hasta comernos.

 

Tu llegada 


Así de inesperado llegaste, cuando aún pensaba que quizás podría salvar lo imposible.

En el corazón nadie manda, pero sí el amor.

Vi como te apoderaste de mi, y ya con sólo verte me estremecía de Amor y mi corazón palpitaba desbocado sin poderlo amainar.

Supe que mi lugar era el tuyo.

¿Cómo lo iba a decir?.

Tendida en la cama, en compañía de la radio, comenzó una melodía que tu entonabas. Cerré los ojos, solo existías tu y yo,

Ya lo pasado, pasado

no me interesa...

Pido un aplauso para el amor

que a mi ha llegado.

 

Radio 


Radio. Chico baila, canta, sueña y salta de alegría escuchando los goles de la selección. Chico no tiene amigos en la calle pero miles en su cabeza. Chico sabe que nunca fue muy listo, pero mamá desde temprana edad le enseñó que con amor las barreras no se saltan, se rompen.

Chico no responde por su nombre. Nadie sabe su nombre, pero si nombras a radio, todo el mundo lo conoce.

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