El Concurso de Radio Lanzarote inspirado en los Centros ya ha recibido un centenar de relatos

Aquellos que quieran participar en la undécima edición aún tienen hasta el 31 de agosto para enviar sus escritos

22 de agosto de 2021 (11:13 CET)
Jameos del Agua, uno de los Centros Turísticos

El Concurso de Microrrelatos de Radio Lanzarote, dedicado en su undécima edición a los Centros Turísticos, ya ha recibido un centenar de historias. Además, el plazo para participar en este certamen aún sigue abierto, pudiendo los interesados enviar sus escritos hasta el 31 de agosto. 

En esta ocasión, los participantes deberán contar una vivencia propia o imaginada ocurrida en algún rincón de los Centros Turísticos que para ellos esté lleno de magia. Cada autor podrá enviar un máximo de cinco relatos, que podrá firmar con pseudónimo, aunque deberá indicar siempre un nombre y un teléfono de contacto.

Los interesados pueden enviar sus sus relatos al email concursorelatos@lanzarotemedia.net, con una extensión máxima de 100 palabras, incluido el título en el caso de que lo lleve. Los relatos serán leídos en el espacio de "Lectura en la Radio" de Radio Lanzarote (90.7), y publicados en La Voz de Lanzarote. Tanto la publicación como la lectura estarán supeditadas a las disponibilidades de espacio y tiempo de ambos medios.

Del fallo del certamen, que se hará público en la segunda quincena de septiembre, se encargará un jurado formado por periodistas de Radio Lanzarote-Onda Cero y La Voz de Lanzarote, que elegirán tres relatos ganadores y siete finalistas.

En cuanto a los premios, el ganador se llevará un fin de semana para dos personas con alojamiento y desayuno en el Hotel Natura Palace, establecimiento de 4 estrellas plus. El segundo premio será una cena para dos personas en el Castillo de San José y el tercer premio una de las experiencias insólitas para dos personas de los Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo. Todos los premios son para personas adultas.

 

Haría

Haría, lo que daría yo ahora para poder descansar debajo tu manta palmeral…

Cierro los ojos y me veo bajando desde las nubes matinales, ligera como una pluma aterrizando sobre el Volcán que abraza este pueblo lleno de magia. Me quedo contemplando con asombro el Valle que se abre debajo de mis pies. No son mis pies que me llevan, son mis alas que me guían hacia este lugar de paz. La autenticidad es el destino.

Medito volando lentamente, la Vida empieza cobrar sentido, desprovisto de lo superfluo.

Me despierto bruscamente, pero sé adónde ir …, a la calma.

 

“Te digo cosas”

Cogida por su frase.

El enorme cactus en lo más alto. El portón bloqueó el sonido del rabijunco que volaba cerca.

Aquel lugar, el bullicio de los visitantes se ocultaba.

No te vería más…

Susurraste:

Nuestra amistad, como los cactus con su tejido vascular.

Espérame.

 

Marte vive

Ya se estaban asustando en Marte cuando los humanos encontraron evidencia de agua en su planeta, el siguiente paso será que nos descubran a nosotros…….. Mientras tanto se pone de moda dar vuelos satélites, con parada en las localizaciones más demandados de la Tierra como entretenimiento, y lo que les llama especialmente la atención es su Alma Gemela en la Planeta Azul, Lanzarote.

Muchas cosas les resultan familiar, pero algo les causa una admiración profunda: Los viñedos de la Geria, Con que ingenio se ha sabido construir un paisaje tan hermoso y producir unos vinos tan espectaculares…. ¿

 

Amor Prohibido

Casi todas las noches dos cerillas escalaban el volcán, una por el ala norte, un trazado escarpado y el otro por el lado opósito para encontrarse, separados por un cráter, la distancia no les impedía amarse, pero sí tener un futuro junto…

En el cráter habitan obstáculos de raza, religión, cultura, género, edad, presión social: Los prejuicios reinantes. Las cerillas intentaban crear un puente.

“Porque no hay mentes más abiertas? exclamaba. El cráter contestaba, “ Que piensas que a mí no me ha costado abrir un hueco al mundo? Siglos

Si se encienda nuestro fuego cambiamos el panorama.

 

“Melodías en Papagayo”

Bulla en el exterior de la casa, pelea de todos los sábados en una cena familiar, niños saltando en el sofá y un gato negro sentado en la ventana mirando los coches pasar.

Cerrando los ojos pienso en mi melodía.

La música lo cura todo.

Mi hermano sonríe mandándome un mensaje de texto.

“Vamos a tocar nuestra última melodía”

Devuelvo la mirada por la gracia del mensaje.

Guitarra, dos Clipper de fresa, mientras nuestros pies se hunden en la suave arena de la playa de Papagayo.

Música, playa, definitivamente la cura de todo lo malo.

 

Sueño

Impresiones que se atesoran en mi interior para brotar con fuerza y desparpajo, con el ímpetu de un geiser cuando una tímida aulaga lo prende.

Se replica en mi la subconsciecia de lo que soy. Laderas rojizas a las que el sol cada tarde abraza con la pasión de sus brazos ardientes, no más cálidos que el corazón de esas majestuosas montañas de fuego y ásperos y negros pies de lava. Imágenes candentes, vivas, apasionadas, misteriosas. Olor a picón y ceniza. Eco del fuego que corre por mi naturaleza.

Despierto y sonrío cada día…existes…y soy parte de ti.

 

Cactus

Me desperté entre abrazos verdes poco cariñosos. Era de entender que se trataba de personajes de tierras áridas, acostumbrados a la soledad, a la escasez. Curioso, ahora estaban comprometidos a convivir al compás del deambular de aquellas vetustas aspas que crujían al definir con su sombra el transcurrir del día. Olía a tafeña. Ellos callados, erguidos elegantes cactus sobre el rofe, me hacían entender cuán rica es esta tierra.

 

Cangrejito

Una vez creí ser un cangrejito ciego y me entristecí pensando la belleza que nunca podría admirar. Luego sentí que estaba en una cueva y la congoja de verme a oscuras fue aún mayor.

Pero cuando más agonía y pesar sentía, resbalé y caí…al agua. Un agua gélida pero en la que comencé a apreciar diferentes matices. No estaba en una cueva. Era un jameo por el que se colaban los más coloridos rayos de luz, Era capaz de oír las ondas de sonido del agua contra la piedra. El agua comenzaba a ser cálida, acogedora, conocida.

 

Por siempre Famara

Rota por una relación de años me refugié unos días en Lanzarote.

Como cada día en mis vacaciones , caminaba por la playa.

Ya venía de vuelta dese el Risco hacia el pueblo de Famara cuando veo emerger una silueta en la cresta de una ola.

Acerté a pasar en el punto en el qué él salía del agua.

Me sonrió y sentí el mismo flechazo que me produjo este lugar. Me atrapó él, la isla, dos perros y tres niños y aquí estoy.

 

Verde

Lanzarote se pone verde enseguida cuando el campo esta bendecido con la lluvia.

Verde se pone la gente si saben que estoy allí en la isla mágica.

Espejismos en la Cueva tiene un aura verde

Verde hay un lago teñido por las algas que te clava la mirada.

Lanzarote es azul, negro y Verde

Verde son sus cultivos, verde fertilidad

Viñedos contrastando su tono con su abrigo negro.

Verde es natural, como su gente

La esperanza es teñida de verde.

Verde es mi color favorito.

 

Sin título

Recuerdo la primera vez que vi a esa criatura tan especial, atrayente y cautivadora. Estaba en Los Jameos del Agua recorriendo, sin prisas, cada mágico rincón cuando, de repente, mis ojos lo vieron.

Me sentí atrapada por su singularidad, por su delicadeza, por su belleza y por su elegancia al moverse. Nunca había contemplado un ser igual: único entre sus semejantes, una verdadera obra de la naturaleza.

Su color blanco me desconcertó, su delicado oído me impresionó, pero fue el conjunto de sus rasgos lo que me enamoró.

Y allí, viendo esos pequeños jameitos, entendí la magnitud de lo minúsculo.

 

Amor

Me enamore de su azul marino y del aire de fuego que calienta esta tierra pedregosa y calcinada, tierra manchada de verde a los pies de sus volcanes de relieve puntiagudo.

Tierra donde nace y muere un sol ahogado en un océano de cálidos azules. Dejando paso al corazón del universo en una noche en la que los astros brillan en el cielo de Timanfaya.

Mi hermosa Lanzarote es única en cada rincón que exploras, los sueños y las historias de mi vida comienzan con ella antes de nacer. Encontrar la puerta a su mundo alucinante es pura magia.

 

Taro II

El Carpeta trabajaba sobre aquel suelo de fuego, estaba desde qué salía el sol, hasta muy entrada la tarde, las montañas del fuego eran su casa, su tesoro más preciado, pero no crean que era por la belleza de aquel paisaje, si no qué ese paisaje le había regalado la comodidad de su vida, un tesoro qué nadie imaginaría, pero el cual con muchos repartiría.

Escondía bajo su brazo lo qué para muchos era poco, algo qué nadie pudo comprobar pero si muchos sospechaban, carpetas que con él tiempo se quedarían pequeñas de tanto que llevaban.

 

Taro III

No todos los días eran iguales en Timanfaya, Lunes 15 de Agosto de 1996, El Carpetas andaba muy ansioso, entraría mucha gente aquel paraje bellísimo, personas qué quedaban maravilladas al ver provocar un géiser, niños qué deseaban probar el sabor de aquel pollo tan exquisito, pero El Carpetas no contento con eso, solo pensaba en sí mismo, en ver y saber todo el dinero que se hacía, las continuas llamadas a su colega, hacían presagiar qué sus vidas iban a cambiar, y así fue como un sitio con un gran valor, con su intrepidez el destrozo.

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