SE DICTÓ UNA ORDEN DE ALEJAMIENTO, PERO LA VÍCTIMA AFIRMA QUE "LA HA INCUMPLIDO"

El apuñalado por un aparcacoches en Arrecife: "¿Cómo es posible que al día siguiente quedara libre?"

El afectado narra lo ocurrido y se queja de cómo están hechas las leyes después de que su agresor saliera en libertad: "Yo escapé, pero ¿quién sabe?"

29 de noviembre de 2017 (21:42 CET)
El apuñalado por un aparcacoches en Arrecife: "¿Cómo es posible que al día siguiente quedara libre?"
El apuñalado por un aparcacoches en Arrecife: "¿Cómo es posible que al día siguiente quedara libre?"

"Impotente". Así dice sentirse Gerardo, el hombre que el pasado 4 de noviembre fue apuñalado por un aparcacoches en un descampado de Arrecife. Y es que, el afectado no entiende cómo es posible que su agresor, que además tenía numerosos antecedentes policiales, quedara en libertad tras ser arrestado por apuñalarle. "Yo escapé, pero ¿quién sabe?", cuestiona este vecino de la capital, que cree que "las leyes están mal hechas". 

Los hechos ocurrieron en el descampado ubicado junto al Bingo de Arrecife y no cerca del hospital como informó en su momento la Policía Nacional. Según cuenta Gerardo, él y parte de su familia tenían allí los coches aparcados e iban a cogerlos para ir al hospital, pues una de sus hijas acababa de sufrir un accidente de tráfico. "Mi yerno iba delante y había dos aparcacoches que le dijeron que les faltaba dinero, que les dejase. Mi yerno les dijo que no tenía suelto y uno de ellos le dijo que le iba a pinchar o a romperle el coche", relata la víctima. 

APUÑALADO APARCACOCHES ARRECIFE 2

No obstante, en aquel momento, Gerardo explica que iba detrás con su mujer y no se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo. "Los vi hablando como si no pasara nada", apunta. Sin embargo, tras subirse el coche, vio como uno de los aparcacoches "cogió una piedra" para "lanzarla" contra el coche donde iban otra de sus hijas, su yerno, y el niño de ambos, de tan solo cuatro meses. "Iba a lanzarla a donde iba el niño, que su madre lo estaba atando a la sillita y era una piedra más grande que mi cabeza", asegura Gerardo, que entonces se abalanzó sobre el aparcacoches "para impedir la agresión". "Ahí fue el forcejeo y donde me apuñaló en el brazo y en el pecho. Él salió por patas y luego ya lo detuvieron", narra. 

La propia mujer de Gerardo fue quien le llevó al hospital. Y es que, el afectado cree que si hubiera esperado a la ambulancia, ahora no estaría vivo. "Veía que no iba a llegar, porque cada vez me mareaba más, y no por ver la herida, sino porque estaba perdiendo sangre", recuerda. Según reza en el parte de lesiones del hospital, recibió una puñalada en el antebrazo, que le causó una herida de 10 centímetros afectándole a dos tendones, y otra en el pecho. Allí estuvo ingresado un día, pero porque Gerardo pidió el "alta voluntaria" dado que la hija que había tenido el accidente de tráfico se encontraba grave. 

 

El presunto agresor, libre con una orden de alejamiento "que incumple"


El presunto agresor, según informó en su momento la Policía Nacional, fue detenido al día siguiente. Sin embargo, tras prestar declaración en el Juzgado de Instrucción número 2 de Arrecife, fue puesto en libertad, aunque con cargos por un delito de amenazas y otro de lesiones y con la prohibición de aproximarse a Gerardo y al resto de sus familiares víctimas de los hechos a menos de 500 metros.

Según se indica en el auto judicial, se advirtió "expresamente" al imputado que "dentro de la distancia objeto de prohibición de aproximación" se encontraba "el descampado cercano al Bingo de Arrecife", pues cerca se encuentra el domicilio de las víctimas. Sin embargo, Gerardo afirma que su agresor ha "incumplido" la orden de alejamiento "al menos dos veces", una de ellas el pasado 15 de noviembre, cuando el afectado llegó a alertar a los servicios de emergencia tras verle "sentado en el bordillo del descampado cercano al Bingo", según reza en la denuncia que interpuso ese mismo día. 

Así, aunque Gerardo da "gracias a Dios" por ahora poder contar lo ocurrido, teme que los hechos puedan repetirse, ya no sólo con él o con su familia, sino con cualquier otra persona. "Yo escapé, pero ¿quién sabe? Te sientes hecho polvo, te arruina la vida en un momento", señala. "Sin darte cuenta, no sabes si mañana vas a estar por más que intentes cuidarte, no fumar. Te coge uno de estos y te arruina la vida. Y si llega a coger al niño nos hubiera jodido la vida a todos", manifiesta, al tiempo que se queja, no del funcionamiento de la Justicia o de la Policía, a quien les agradece que hayan hecho "lo que han podido", sino de las leyes. "La ley está mal hecha, pero callándonos no arreglamos nada. Hay que denunciar", concluye este hombre. 

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