La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas juzgará el próximo miércoles 12 de febrero en Gran Canaria a un acusado de agredir sexualmente y robar a una mujer en Lanzarote. Los hechos se remontan a julio de 2019 cuando I.L.L y otros tres hombres no identificados presuntamente abordaron a la víctima en las inmediaciones de un establecimiento de hostelería en el centro comercial Tandarena en la Avenida Islas Canarias de Costa Teguise.
Según el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, el acusado I.L.L. abordó a la mujer, que estaba bajo la influencia del alcohol y con sus facultades mermadas, y la llevó hasta una playa cercana.
La Fiscalía acusa a I.L.L. de agredir sexualmente a la mujer, coger con fuerza su cabeza, acercarla hasta su pene y obligarla a practicarle sexo oral. A causa de la resistencia de la víctima, el acusado presuntamente la tumbó con la cabeza en la arena de la playa, le quitó la ropa interior y la penetró vaginalmente. Tras ello, le golpeó la cabeza contra un muro.
El Ministerio Público expone que, tras ello, el acusado presuntamente robó el móvil de la víctima, un iphone X, valorado en 369 euros, que fue recuperado pero no entregado a su dueña y una mochila de color negro, una chaqueta, un monedero y dos pares de gafas de sol, todo ello no fue recuperado.
La acusación pública señala que la víctima estaba en estado de embriaguez, con las facultades psíquicas alteradas y con la merma de sus funciones sensitivas y motoras cuando fue agredida presuntamente por el acusado. Además, expone que la mujer sufrió "múltiples" morados por diferentes partes del cuerpo, con predominio en los brazos, cortes en el la vulva y la vagina, así como daños morales como angustia, desconcierto, pánico, vergüenza, malestar y desasosiego.
Según resalta la Fiscalía, el acusado vendió por 40 euros el móvil de la víctima dos años después en un comercio de Arrecife.
El Ministerio califica los hechos como un delito de agresión sexual por el que pide 15 años de prisión, inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena, la prohibición de aproximarse a la víctima, su lugar de trabajo o a cualquier otro lugar frecuentado por ella durante 25 años, así como la prohibición de comunicarse con ella por cualquier medio.
Cuando salga de prisión deberá cumplir diez años más de libertad vigilada, con la prohibición de acercarse a ella. Para concluir, deberá participar durante diez años en programas de educación sexual. La Fiscalía pide que el acusado, de nacionalidad guineana, sea expulsado del territorio una vez se le conceda la libertad condicional o acceda al tercer grado y que no sustituya la pena condenatoria por la expulsión del territorio nacional.
Mientras tanto, por el delito de robo con violencia o intimidación pide que se le imponga la pena de cinco años de cárcel. Además, la Fiscalía pide que indemnice a la víctima con 50.000 euros por daños morales y por los objetos sustraídos y no recuperados. Además, que pague al propietario del comercio donde vendió el móvil los 40 euros que perdió.