Kenneth V.V., el falso ojeador de fútbol acusado de agredir sexualmente y corromper a menores en Canarias, enfrenta hasta 86 años de prisión por la presunta comisión de delitos de índole sexual contra alrededor de 61 víctimas menores de edad y la manipulación intencionada de menores para ganarse su confianza. Así lo ha adelantado el diario La Provincia.
Este falso entrenador estuvo preso en la prisión de Tahíche (Teguise) hasta el pasado miércoles, cuando fue trasladado a la cárcel de Gran Canaria.
Esta operación policial, bautizada por la Guardia Civil como fake manager (el falso entrenador), investiga a un joven de 25 años que se hacía pasar por un falso ojeador y contactaba con las víctimas por redes sociales. El detenido decía ser mánager deportivo y ofrecía a los menores falsas oportunidades de promoción en clubes de alto rendimiento o prometía difundir su perfil en redes especializadas.
La Benemérita logró analizar el contenido del teléfono móvil intervenido al detenido y obtuvo múltiples declaraciones tanto de víctimas como de testigos.
Tras ganarse la confianza de los menores, presuntamente los manipulaba emocionalmente para obtener material pornográfico y propiciar encuentros íntimos con ellos. La Benemérita aseguró que estas presuntas agresiones sexuales tuvieron lugar en diferentes ocasiones contra varios de los menores.
Según las investigaciones de la Guardia Civil, las víctimas relataron que mostraba insistencia reiterada en tratar temas sexuales y en requerir fotografías de carácter explícito.
Así mismo, el acusado se aprovechaba de su posición como representante deportivo para controlar a los menores. Los investigadores detectaron perfiles falsos que el detenido administraba para captar nuevas víctimas, ofreciendo dinero a cambio de actos sexuales.
Un viaje deportivo con menores
El arrestado fue detenido en una primera ocasión e incumplió las medidas judiciales que se le habían impuesto en su primera detención. La Guardia Civil informó de que realizó un viaje deportivo con varios menores, a pesar de que se le había prohibido ejercer actividades vinculadas con niños.
Por ello, fue detenido nuevamente el pasado 12 de noviembre en Fuerteventura decretando su ingreso en prisión por quebrantar las medidas cautelares. Tras la primera detención pasó unos días en El Hierro.