La empresa encargada de gestionar el ciclo integral del agua de Lanzarote, Canal Gestión, vierte aguas residuales urbanas al Charco de San Ginés, hasta por tres desagües diferentes sin autorizar. Así lo recoge el Censo de vertidos de tierra al mar, actualizado por el Gobierno de Canarias este 2025. Fuentes de la empresa han señalado en declaraciones a La Voz, que aunque la filial de Canal Isabel II de Madrid en Lanzarote es responsable de la gestión es el Consorcio de Aguas de Lanzarote, como titular de la red, quien debe solicitar esas autorizaciones.
En poco más de un kilómetro y medio, el Charco de San Ginés concentra tres puntos de vertidos de aguas residuales que continúan lanzando las aguas sucias a esta laguna. Ninguno de estos vertidos censados especifica si las aguas reciben o no un tratamiento previo antes de ser lanzadas al litoral.
El primer punto de vertido, situado en el interior del Charco en la zona donde se localiza el esqueleto de ballena, lanza las aguas residuales a través del muro que delimita el espacio. Este vertido procede de la Estación de Bombeo de Aguas Residuales (EBAR) Alcorde, que viene de la red de saneamiento y se utiliza en caso de "excedencia-emergencia", según ha informado el Ejecutivo regional. El punto no está autorizado y lanza las aguas negras al charco a través de un desagüe, localizado a tres metros de altura y haciendo uso de la gravedad. Este derramamiento se produce sobre una zona de baño y ocio.
El segundo punto está a escasos metros del anterior, en una zona dentro del dominio público marítimo terrestre y junto a la zona de bares. En este caso, también está activo y sin autorizar, pero sin embargo, las aguas residuales proceden de otra estación de bombeo, la del Barquillo.
El tercer vertido se produce en el tramo del Charco de San Ginés más cercano al mar y es otro vertido sin autorizar dentro del dominio público marítimo terrestre. En este caso, Canal Gestión se desprende del agua residual urbana de la EBAR Puntilla, y la instalación del vertido se localiza en el suroeste del paseo que rodea la laguna.
Son numerosas las críticas por el estado del Charco de San Ginés, donde este fin de semana varias personas denunciaron en redes sociales el mal olor, la presencia de toallitas húmedas y el color marrón del agua.