En la Avenida de Las Bajas, en el pueblo costero de Caleta de Famara, destaca una vivienda sobre el resto de casitas con ventanas verdes y azules. Lo hace por dos motivos: las características de la construcción, una fachada modernista única en la isla; y por su estado, ya que presenta un deterioro alarmante.
Este pasado jueves vecinos de la localidad decidieron colocar una pancarta señalando la responsabilidad de la Iglesia y el Ayuntamiento de Teguise en el mal estado de conservación del inmueble. Su fachada ha sufrido un gran deterioro a causa de la falta de mantenimiento, su cercanía al mar y los materiales con los que fue construida.
Esta pancarta fue retirada en el mismo día en el que apareció colgada en su fachada, pero su falta de conservación es objeto de polémica desde hace años.
Construida por encargo de un mecenas
La casa modernista de Caleta de Famara está localizada en el número 83 de esta avenida marítima. Su construcción fue encargada a comienzos del siglo XX por el mecenas Luis Ramírez, un lanzaroteño nacido en San Bartolomé que contaba con una gran fortuna y que viajaba de forma habitual por el mundo. En aquella época quiso construir esta casa como vivienda de verano.
En 1935, el mecenas entregó el inmueble a la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe de Teguise para que el propio párraco o los coadjutores pudieran vivir en ella. En aquel momento, recomendó en su testamento de que si la vivienda no se mantenía en buen estado pasara a ser propiedad del Hospital de Dolores, el primer centro hospitalario público de la isla. Desde aquella cesión es la Diócesis Canaria la propietaria de este inmueble.
Un extenso informe del Gobierno de Canarias ya alertó hace tres años de que la vivienda se encontraba en un estado de conservación "bastante deficiente". Entonces resaltó que la zona de la fachada, donde se localizaban los motivos decorativos marinos, con animales como pulpos y delfines, era la que peor parte se encontraba.
Falta de mantenimiento por parte de la Diócesis
En 2021, Teguise hizo público que la Diócesis Canaria había presentado un proyecto de rehabilitación del inmueble. Un año después, el Gobierno de Canarias anunció que asumiría la restauración de su fachada, ante el riesgo inminente de que sus valores patrimoniales se perdieran. A pesar de que la Dirección de Patrimonio Histórico del anterior grupo de Gobierno estudió la fachada y avanzó en la tramitación de su rehabilitación, la fachada no ha llegado aún a rehabilitarse.
Fuentes del Cabildo de Lanzarote han informado de que la Diócesis Canaria tiene su autorización para rehabilitar esta fachada desde mayo de 2023, cuando la primera institución dio luz verde el proyecto básico de ejecución para su conservación. Por su parte, el Ayuntamiento de Teguise concedió la licencia de obra entre finales de 2023 y comienzos de 2024, según ha informado la concejala de Urbanismo, Rita Hernández.
Tal y como ha explicado la concejala, habitualmente las licencias de obra dan dos años para comenzar las obras y otros dos para concluirlas. Por el momento, la Diócesis Canaria no las ha comenzado.
Sin embargo, el vicario episcopal de Patrimonio de la Diócesis de Canarias, Jorge Martín, se ha excusado en declaraciones a este medio por no sacar adelante la rehabilitación del inmueble y ha asegurado que "las cosas no van tan rápido como uno quisiera".
Al mismo tiempo, ha informado de que existen "unas negociaciones, hay unos trámites" con el Cabildo de Lanzarote y el Ayuntamiento de Teguise para determinar el futuro del inmueble. Entre las negociaciones se baraja la compra del inmueble por parte de las instituciones públicas o su rehabilitación y mantenimiento en un acuerdo interinstitucional. Aunque, por el momento, la decisión no ha trascendido.
Su declaración como Bien de Interés Cultural
Ese mismo año, el Ejecutivo canario impulsó la declaración de este inmueble de tinte art nouveau catalán como Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de monumento e inició proteger parte de su entorno, dos edificaciones contiguas y varios tramos de vías públicas, para evitar que nuevas construcciones pudieran tener un efecto negativo sobre un inmueble único en la isla. Desde entonces, este edificio de dos plantas cuenta con esta protección de forma cautelar a la espera de que se resuelva el expediente.
Además, según han informado fuentes del Cabildo a La Voz, este inmueble también está protegido como bien catalogado y registrado en el catálogo Insular y en el del municipio de Teguise.