LA VIVIENDA PARA RECLUSOS Y FAMILIIARES ESTARÁ GESTIONADA POR LA PASTORAL

Cáritas inaugura una casa para acoger a refugiados y otra para reclusos y sus familias

La primera, gestionada por la Pastoral Penitenciaria, busca dar cobijo a aquellos presos de otras islas cuando estén de permiso o a familiares que quieran visitarlos. La segunda podrá ser el hogar de una familia de refugiados de guerra...

28 de septiembre de 2015 (20:35 CET)
Cáritas inaugura una casa para acoger a refugiados y otra para reclusos y sus familias
Cáritas inaugura una casa para acoger a refugiados y otra para reclusos y sus familias

FOTOS: Sergio Betancort.

 

Cáritas inauguró el pasado viernes dos nuevas viviendas de acogida en Arrecife. Estos dos pisos, situados en el número 35 de la calle Triana de la capital, servirán de hogar a refugiados que lleguen a la isla y también a reclusos de permiso o familiares de presos que vengan de fuera de Lanzarote para acudir a las visitas penitenciarias. 

La vivienda que será el hogar de los presos cuando salgan de permiso la gestionará la Pastoral Penitenciaria de Lanzarote y lleva el nombre de un párroco que conocía muy de cerca la situación de los presos, "Capellán Padre Agapito". "Estuvo en Valterra muchos años y fue también el capellán de la cárcel durante muchos años. Murió hace poco y su ilusión siempre fue tener una casa de acogida", explica Mari Carmen Dorta, de la Pastoral Penitenciaria.

Esa vivienda tiene capacidad para cuatro personas, que allí tendrán un lugar donde dormir y también alimento. Un educador o monitor se encargará de gestionar su estancia e inculcar que se respeten las "normas de convivencia". Todavía a la espera de encontrar a la "persona adecuada" para esa tarea, Dorta estima que la casa de acogida estará funcionando en el mes de noviembre. 

El objetivo de la Pastoral es que la vivienda pueda estar disponible para todos los presos y familiares que lo necesiten. Por eso, señala Dorta, han hecho "partícipes" de la iniciativa a los distintos colectivos que trabajan en el centro penitenciario, como la Iglesia Evangélica. "Al final su fin es el mismo: intentar reinsertar a estas personas en la sociedad", recalca. 

"Hay internos de Fuerteventura, de la península o de otros lugares que ya han cumplido parte de la condena y se les debe dar un permiso de 3, 4 o 5 días y no lo pueden pedir porque no tienen a dónde ir" explica esta miembro de la Pastoral.  En la misma situación se encuentran familiares que quieren acudir a Tahíche, pero no pueden hacer frente al gasto que supone tener que hacer noche en Lanzarote. La intención de la Pastoral es que también las familias puedan pernoctar en la casa, por un "precio simbólico". 

Además, la Pastoral se coordinará con la propia cárcel de Tahíche para poder dar respuesta a todas las solicitudes que reciban. Así, si se encuentran con una lista de espera de varios internos pendientes de recibir un permiso y con necesidad de un lugar donde que darse "la prisión va dando prioridad, para no vernos saturados". "Lo iremos haciendo poco a poco, de manera experimental y si vemos que el piso se nos queda pequeño, habrá que buscar algo más grande", explica Dorta. 

En cuanto a las normas de convivencia, la Pastoral establece reglas de conducta "básicas", como llegar a la hora a las comidas o no aparecer bajo los efectos de las drogas o el alcohol. Al respecto, esta miembro de la Pastoral Penitenciaria de Lanzarote recalca que "en Las Palmas hace 17 años que funcionan los pisos y nunca ha habido problemas. El interno que lo solicita sabe a dónde va y lo que se pierde si no cumple". 

 

Un "primer paso" en la acogida de refugiados


En cuanto a la segunda casa de acogida, ha sido ‘bautizada’ con el nombre de Madre Teresa de Calcuta y servirá de hogar a una familia de refugiados. "Cuando lleguen a la isla, aquí está la casa disponible para ellos", explica Miguel Hernández, párroco de San Ginés al frente de Cáritas.

El cura explica que se trata de una vivienda de 90 metros cuadrados con capacidad para 6 personas. "Hemos intentado hacerlo confortable, un hogar, sin lujos, pero decente", señala el párroco. Así, está vivienda ya está disponible para cuando lleguen los primeros refugiados a Lanzarote y se trata sólo de "un primer paso". 

La intención de Cáritas, relata el párroco, es que otras parroquias ofrezcan también cobijo a estas familias que huyen de conflictos como el de Siria. La coordinadora de Cáritas en la isla se reúne la próxima semana para tratar esta cuestión "por el llamamiento que hace también el Papa de la acogida de familias", explica el cura de San Ginés. 

"El Papa es clarito y contundente, decía que todas las parroquias y santuarios acogiesen al menos a una familia, así que vamos a ver cómo canalizamos eso y le damos respuesta a la petición del Papa", concluye Miguel Hernández. 

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