Hace ya cinco años, el Gobierno de Baleares promulgó el conocido como decreto ‘antiexcesos’ para acabar con el turismo de borrachera.
Esta legislación prohibió la venta de bebidas alcohólicas a partir de las 21.30 horas y decretó la ilegalidad de acumular botellas alcohólicas en los escaparates de las tiendas, sobre todo en las zonas más turísticas. También están prohibidos los carteles que fomenta la ingesta de alcohol como "barra libre, free bar, happy hour, 2x1, 3x1" o similar.
Sin embargo, no todos los comercios han cumplido. Un establecimiento de Palma fue sorprendido por la policía local vendiendo alcohol más allá de la medianoche.
Tras el correspondiente expediente administrativo, se le impuso una sanción de carácter grave, cuya multa alcanzó los 60.000 euros, según recoge el Diario de Mallorca.
La empresaria sancionada recurrió ante los tribunales, pero no tuvo éxito. El tribunal recordó que las restricciones al libre ejercicio de la actividad comercial “están permitidas si respetan los principios de necesidad y proporcionalidad”.
En este caso, consideró la multa justificada para defender el “orden público, la salud pública y la seguridad y salud de los consumidores” como también “evitar la degradación de estas zonas turísticas y la alteración de la convivencia que originan estas conductas”.