Carlos Rodríguez Cabrera es arrecifeño y estudió Ingeniería Técnica en Diseño Industrial en Gran Canaria. Después de trabajar “de mil cosas”, también de ingeniero en un estudio de soluciones de oficina y temporalmente como técnico en el ayuntamiento de Arrecife, tuvo un periodo inactivo tras la pandemia, así que decidió cursar un bootcamp de programación.
“Tenía muchos conocidos que habían cambiado a este sector y les iba bien, así que dije voy a probar. Me gustó y empecé a trabajar desde Lanzarote para una empresa de Madrid”, explica Rodríguez.
Gracias a los contactos que hizo con el curso de programación consiguió una entrevista con el grupo empresarial madrileño Bauss Band, que le propuso abrir una filial de desarrollo de software. Y gracias a que presentó los beneficios empresariales de la Zona Económica Canaria (ZEC), Rodríguez pudo abrirla en su isla, Lanzarote.
Entre otras ventajas, la ZEC, cuyo objetivo principal es diversificar la economía del archipiélago, garantiza a las empresas un impuesto de sociedades reducido del 4%. Para ello deben emplear al menos a 5 personas si están en Gran Canaria o Tenerife. Exigencia que se reduce a 3 empleados en el caso de Lanzarote y las demás islas.
“Lo bueno de este trabajo es que puedes conseguir clientes en cualquier parte del mundo”
La empresa Bauss Software tiene ya dos años de experiencia en la isla dedicada al desarrollo de programas digitales y Rodríguez es su adminstrador y jefe de proyectos. En la actualidad, sus principales proyectos están orientados a digitalizar servicios bancarios.
“Nuestro mayor proyecto ahora mismo, es un neo banco, un banco digital. A veces hacemos desarrollo desde cero otras veces nos contratan para hacer mantenimiento, actualizaciones de infraestructura, integrar herramientas nuevas…”.
El equipo de Bauss Software está actualmente formado por seis personas. “Tres estamos en Lanzarote, dos en Tenerife y uno en Gran Canaria, todos desarrolladores especializados en diferentes programas y tecnologías”.
Rodríguez destaca entre las ventajas laborales de los desarrolladores el hecho que pueden “trabajar en casa y tienen cierta flexibilidad horaria”, pero también recuerda que si un proyecto en producción para un cliente se cae, a veces te puede tocar arreglarlo “a una hora malísima”.
Preguntado por si hay espacio para más empresas de desarrollo en Lanzarote, el administrador de Bauss Software recuerda que “lo bueno de este trabajo es que puedes conseguir clientes en cualquier parte del mundo”.