Las aerolíneas tienen la costumbre de vender más billetes que asientos disponibles, la práctica conocida como overbooking, para maximizar la ocupación de sus vuelos y reducir pérdidas por plazas vacías.
Mediante modelos estadísticos que calculan la tasa de ausencias prevista -habitualmente del 5% de pasajeros-, las compañías buscan asegurar ingresos adicionales, ya que el coste de las compensaciones a pasajeros suele ser menor que la pérdida económica derivada de volar con asientos libres.
Aunque legal, esta práctica puede ocasionar perjuicios significativos a los pasajeros, especialmente cuando las estimaciones fallan y más personas de las previstas se presentan para embarcar.
Desde la empresa AirHelp, que proporciona asesoramiento a pasajeros que se enfrentan a retrasos y cancelaciones, se recuerda que si la denegación de embarque es contra la voluntad de un pasajero, este puede reclamar compensaciones económicas y asistencia, tal y como lo recoge el Reglamento Europeo CE 261, con indemnizaciones de hasta 600 euros.
“En muchas ocasiones, el pasajero afectado por overbooking no sabe que puede reclamar, ni cuáles son los pasos para hacerlo. La información es clave para que cada viajero pueda defender sus derechos y recibir el trato que marca la ley”, afirma Rosa Garcia, asesora jurídica de AirHelp.
En concreto, las indemnizaciones asciende a 250 euros para vuelos de hasta 1.500 kilómetros; 400 euros para vuelos dentro de la UE de más de 1.500 km y para aquellos fuera de la Unión entre 1.500 y 3.500 km. Si la cancelación se produce en un vuelo de más de 3.500 euros la indemnización asciende a 600 euros.
En caso de que la compañía ofrezca un transporte alternativo con llegada en un tiempo similar, la compensación puede reducirse al 50%.
La aerolínea deberá además proporcionar atención y asistencia, así como comida y bebida acorde al tiempo de espera, alojamiento si es necesario, transporte entre aeropuerto y hotel, y dos comunicaciones gratuitas (teléfono, email, etc.).
Además, el reembolso debe producirse en un plazo máximo de 7 días, mientras que la reubicación debe ser en el primer vuelo disponible o en una fecha posterior que convenga al pasajero.
Cuando el pasajero aéreo acepta voluntariamente ceder su asiento a cambio de beneficios, la compensación económica prevista en la CE 261 no aplica, y las condiciones se negocian directamente con la aerolínea.