Economía

Lanzarote se une a la manifestación de los autónomos por la "precariedad laboral"

La Plataforma por la Dignidad de los Autónomos realizará esta concentración en otros puntos de España para denunciar "la asfixia fiscal, burocrática y social que amenaza el futuro del emprendimiento en España"

Un autónomo con un empleado en su negocio

La Plataforma por la Dignidad de los Autónomos ha organizado una manifestación en Lanzarote que se realizará este domingo 30 de noviembre a las 10.00 horas con salida desde el ayuntamiento de Arrecife, en dirección a la subdelegación del Gobierno en Arrecife (calle Blas Cabrera Felipe, 6), donde se leerá el manifiesto a cargo de varios colectivos de empresarios, pymes y autónomos isleños.

En un impulso de "solidaridad y unidad colectiva", la Plataforma por la Dignidad de los Autónomos celebra la incorporación de tres nuevas ciudades a su convocatoria nacional del próximo 30 de noviembre: Ceuta, Fuerteventura, Lanzarote, Santander y Sevilla. Con esta ampliación, el movimiento alcanza ya las urbes en todo el territorio español, donde miles de trabajadores por cuenta propia, junto a familias, estudiantes y vecinos solidarios, tomarán las calles para denunciar "la asfixia fiscal, burocrática y social que amenaza el futuro del emprendimiento en España". Bajo el lema “¡Por unas condiciones de trabajo dignas!”, esta manifestación pacífica y apolítica se erige como "un grito unificado por la justicia laboral".

Las marchas, programadas de forma simultánea, partirán de puntos emblemáticos en cada ciudad y recorrerán los centros urbanos, culminando con la lectura pública del Manifiesto Nacional de los Autónomos. Los horarios y detalles específicos de rutas, puntos de inicio y final están disponibles en los carteles locales y en la web oficial. Para coordinar y obtener información actualizada, únete al grupo de Telegram de tu zona.

El Manifiesto Nacional, que se leerá en cada final de marcha, pone el foco en "las injusticias que asfixian al colectivo: el incremento desproporcionado de cuotas y costes pese a la caída de ingresos; la ausencia de una protección social equiparable a la de los asalariados; el retraso en la aplicación de la exención del IVA para facturaciones inferiores a 85.000 euros anuales, tal como establece la directiva europea; y la burocracia asfixiante que impide acceder a ayudas o facturar con normalidad", aseguran. Además,denuncian "la desaparición acelerada del comercio local y el tejido económico de proximidad, vital para nuestros barrios y pueblos".

La Plataforma exige medidas urgentes y justas:

Revisión justa de las cuotas. No más pagos iguales independientemente de ingresos. Las tablas para 2026 suponen subidas de hasta el 2,5% para los que más ganan, mientras pequeños emprendedores luchan por sobrevivir.

Rebaja de la carga fiscal. Un sistema progresivo adaptado a nuestra realidad.

Protección social digna. Bajas, jubilaciones y prestaciones por maternidad/paternidad equiparables a las de asalariados.

Aprobación inmediata de la exención del IVA para facturaciones inferiores a 85.000 euros anuales, pendiente de la directiva europea.  

Apoyo al pequeño comercio y al emprendimiento local.

Fin de las trabas burocráticas y los retrasos administrativos que impiden cobrar ayudas o facturar a tiempo.

“No pedimos privilegios, pedimos justicia. Somos quienes levantamos cada día la persiana, quienes mantenemos vivo el comercio local y quienes sostenemos buena parte de la economía. Sin autónomos no hay futuro”, señala la organización.

 

Un movimiento nacional, pacífico y sin ideologías

La Plataforma, de carácter ciudadano, independiente, sin partidos y sin ánimo de lucro, se ha constituido para dar voz al colectivo autónomo ante lo que consideran una situación “insostenible”. No es una asociación ni un sindicato, sino un movimiento amparado por los artículos 21 y 22 de la Constitución Española, que permiten la libre organización ciudadana y la convocatoria de manifestaciones pacíficas.

 

Una llamada a todo el colectivo y a la ciudadanía

Los convocantes llaman a participar no solo a autónomos, sino también a trabajadores, familias, estudiantes y vecinos “que ven cómo se apagan los negocios de sus barrios y pueblos”. Por su parte, aseguran “no somos enemigos del Estado, somos su motor”.