En 2024 se recuperaron en Canarias 6.355 toneladas de aceites usados procedentes de motores de vehículos y maquinaria industrial a través de SIGAUS, el sistema encargado de la gestión de este residuo en España.
En Lanzarote fueron 757 toneladas, un 16,4% más que el año pasado.
Con el aceite usado generado en Canarias y regenerado, se produjeron 3.634 toneladas de nuevos lubricantes, cantidad suficiente para llenar el cárter de más de 897.000 turismos. Con lo conseguido en Lanzarote son más de 100.000 turismos, concretamente 106.849.
En el conjunto de Canarias la recogida se realizó en 2.990 establecimientos de múltiples sectores ubicados en 85 municipios canarios. Entre ellos, destacaron los talleres mecánicos, que representaron el 54% del total de puntos generadores.
La gestión del aceite usado permite transformar el residuo en nuevos recursos de valor. Tras la fase de pretratamiento, en la que se eliminan impurezas como agua y sedimentos, se obtuvieron 5.805 toneladas netas de aceite usado aptas para reutilizar.
De esta cantidad, el 100% se destinó a regeneración, el tratamiento mediante el que se obtienen bases lubricantes válidas para la formulación de nuevos aceites, en un proceso que cierra la circularidad del producto y que puede repetirse indefinidamente: con tres litros de aceite usado se pueden obtener dos litros de nuevos lubricantes.
Este aprovechamiento evita un importante consumo de recursos naturales: si estas bases regeneradas se hubieran obtenido mediante el refino del petróleo, habría sido necesario utilizar 1,7 millones de barriles.
Al final su vida útil, el aceite industrial se convierte en un residuo potencialmente contaminante debido a la presencia de metales pesados y otras sustancias tóxicas, que puede afectar negativamente a nuestro entorno y a la salud de las personas si no se gestiona adecuadamente.
Por su papel fundamental en múltiples aplicaciones, el aceite está presente en todo tipo de instalaciones y sectores, desde la automoción, a la industria o la agricultura, lo que hace que, además, el residuo resultante se genere de forma muy dispersa por el territorio.
Aunque el mayor volumen se concentra en áreas con alta densidad de población y fuerte actividad económica, la generación del aceite usado se extiende también al medio rural y a zonas alejadas de los grandes núcleos urbanos, lo que
exige un sistema logístico de gran capilaridad.
La recuperación del aceite usado en zonas no urbanas es especialmente importante en el entorno de espacios naturales protegidos. En 2024 se recuperaron 672 toneladas en un total de 408 instalaciones ubicadas en enclaves como las Reservas de la Biosfera de Fuerteventura, La Palma, Lanzarote o La Gomera, así como en los parques naturales de Pilancones o Los Volcanes, entre otros.