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"La terapia ocupacional hace el efecto para recuperar o la sensación de volver a tener autonomía"

Alejandro Fuciños, terapeuta ocupacional en la residencia Amavir Tías, explica cómo su labor abarca desde la rehabilitación física y cognitiva hasta el acompañamiento social de las personas mayores

Alejandro Fuciños en su despacho.

Cuerpo y mente encuentran un puente en la terapia ocupacional, una disciplina que no solo busca la autonomía de cada persona en su vida diaria, sino también la accesibilidad en hogares y espacios urbanos. Alejandro Fuciños lo sabe bien: tras años de experiencia en servicios a domicilio, ahora dedica su vocación al cuidado de los mayores en la residencia Amavir Tías, donde combina la rehabilitación física, cognitiva y sensorial con un acompañamiento que pone el bienestar social en el centro.

 

  • ¿Por qué ha elegido ser terapeuta ocupacional?

Entró en mi vida “de rebote” porque es muy desconocida y una vez la descubrí la verdad que me llamó mucho la atención. La terapia para mí ha sido como abrir las puertas a buscar miles de maneras utilizando la imaginación para poder desempeñarme en cualquier tipo de contexto, tanto con el adulto mayor como con el adulto, la adolescencia, los infantes inclusive los niños pequeños. También podemos hacer rehabilitación física, cognitiva, sensorial.

 

  • Asiste a personas de todas las edades, entonces.

Sí, no me he querido cerrar en un grupo. Ahora me estoy dedicando más al adulto mayor, pero en mis anteriores trabajos si estuve más con niños con autismo, gente que ha sufrido un ictus, algún accidente de tráfico, un accidente laboral o en el propio domicilio.

 

  • Me imagino que habrá tratado con personas que también sufren soledad no deseada ¿no?

Sí, sobre todo ahora observando en la residencia lo he visto mucho más porque llega gente con pocos recursos o que a lo mejor se han visto un poco más apartados de su familia, se encuentran solos, no han mantenido un domicilio fijo en el que pues se pueden mantener ahora. Entonces se encuentran en una situación de riesgo social y abandono. No son capaces de encontrar otro apoyo que no sean servicios sociales o un centro institucional como este. 

 

  • ¿En qué condiciones mentales se encuentran esas personas?

En general, muchos de ellos llegan con una disociación de la realidad o anosognosia que es básicamente que uno no es consciente del deterioro o la pérdida de capacidades. Necesitan mucho apoyo para poder realizar las actividades de la vida diaria. La familia los trae al centro pues por un respiro. Aquí sí tenemos ese cuidado permanente. Al final es una decisión muy complicada tener que enviar a tu familiar a una residencia, pero hay veces que es necesario. Hay mucha gente que entra en depresión o tiene mucha ansiedad por ese cuidado o querer cuidarlo enteramente solo. 

 

  • ¿En qué sector de la población nota mayor número de casos?

Las personas adultas mayores, pero sí es cierto que se da en todas las edades, a lo mejor la gravedad o la intensidad es muy diferente. Las familias van observando el deterioro de la persona y muchas dejan de venir, como que les choca mucho la realidad.

 

  • ¿Cómo podríamos contribuir para mitigar el dolor de quienes experimentan falta de compañía?

Hay tres puntos importantes, sería trabajar a nivel personal y emocional con cada uno, establecer unas rutinas significativas de la persona. A nivel social, talleres intergeneracionales. También, intentar incentivar a todos estos familiares para que sigan visitándolos, interactuar un poco más con ellos.

A nivel comunitario y el entorno es el más importante, en el sentido de actividades culturales, pues a lo mejor hacer un programa o un teatro, en el que participen tanto niños como adultos. Se podría plantear algún proyecto, sí es cierto que en Lanzarote no hay tantos recursos económicos como humanos, pero intentar buscar ese voluntariado de la red social cercana de esa persona. Aumentar servicios de ayuda a domicilio. Algo muy importante sería un sistema en el que podamos detectar rápidamente esa soledad no deseada de la persona. Por ejemplo, se me ocurre la Consejería de la Soledad para actuar frente a ello. 

 

  • ¿Cuál cree que será la tendencia dentro de unos años?

Uno espera que no vaya a más, pero creo que sí, eso tiene que ver mucho con el uso de las tecnologías. Al final ese a través de la pantalla en vez de ese frente a frente, conlleva sin quererlo o no a esa soledad no deseada inclusive hay gente que no se da cuenta.