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Óscar Torres Perdomo, memoria viva de Lanzarote, ya tiene su plazoleta en Lanzarote

La ciudad inmortaliza en una plazoleta la vida y legado del cronista que convirtió la memoria popular en patrimonio compartido

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Por las calles de Arrecife, la historia camina con nombre propio. Desde el pasado miércoles a las 18´00 horas, en la esquina de la calle Ico 2, junto a la sede social de la Parranda Marinera de Buches, un rincón urbano dejó de ser solo geografía para convertirse en símbolo. La plazoleta Óscar Torres Perdomo fue oficialmente inaugurada, convirtiéndose en un hito cargado de emoción, gratitud y memoria compartida.

El acto sencillo como sentido, reunió a autoridades municipales, familiares, amigos y miembros de la comunidad cultural lanzaroteña, encabezados por el propio homenajeado. Fue Juan Antonio Machado, presidente de la Parranda Marinera de Buches, quien abrió la ceremonia con unas palabras que no fueron solo de bienvenida, sino de profunda resonancia histórica y emocional.

"Hoy damos a esta plazoleta el nombre de Óscar Torres Perdomo, y con ello afirmamos algo más que una etiqueta urbana. Afirmamos una forma de entender lo público, la cultura y la memoria", expreso el presidente. Con su discurso. Machado no solo honraba a una persona, sino que trazaba una línea directa entre el compromiso individual y la construcción colectiva de identidad.

Y es que Óscar torres Perdomo no ha sido un testigo pasivo del devenir cultural de Lanzarote. Ha sido, y sigue siendo, un tejedor de relatos, un organizador de memorias, un faro constante en el mar de las tradiciones. Maestro de profesión, cronista por pasión, y servidor público por convicción, su trayectoria ha estado marcada por la paciente labor de rescatar, clasificar y transmitir la historia popular que muchas veces queda fuera de los grandes libros, pero que se conserva en las voces del pueblo.

 

Un espacio que habla de nosotros

El diseño de la plazoleta y la placa conmemorativa corrió a cargo de Juan David Machado Gutiérrez y su ejecución fue llevada a cabo con esmero por el Ayuntamiento de Arrecife. En palabras del presidente de la Parranda, se trata de una muestra de "colaboración acertada entre la iniciativa ciudadana y la institución pública", dejando así constancia de que cuando las voluntades se alinean, nacen espacios que no solo embellecen la ciudad, sino que cuentan su historia.

Óscar Torres Perdomo se mostró visiblemente emocionado al tomar la palabra. Hablo con la serenidad de quien ha hecho mucho sin esperar nada, y con la pasión de quien siente cada gesto como parte de una causa mayor, la de proteger las raíces.

"Hoy no solo inauguramos un espacio físico, sino que inmortalizamos en piedra y memoria una de nuestras tradiciones más emblemáticas", dijo. Y esas palabras no fueron retóricas; fueron una declaración de principios.

Desde su rol como Memorialista de Lanzarote y Cronista Oficial de la Parranda Marinera de Buches, Óscar torres ha sido custodio y narrador de las esencias insulares. Su labor ha sido reconocida con numerosos galardones: en 2017, la Junta de Cronista de Canarias lo distinguió por su labor investigadora; en 2021, recibió el Premio Haría; y en 2022, fue pregonero del Carnaval de Arrecife, donde lanzó el Gran Archivo del Carnaval, una herramienta que hoy es referente en la isla.

Pero tal vez, más allá de los reconocimientos, el mayor legado de Óscar Torres sea su capacidad para contagiar entusiasmo, amor por lo propio y confianza en lo común.

 

Un homenaje entre notas y palabras

La velada fue cerrando con intervenciones cargadas de emoción. El alcalde de Arrecife, Jonathan de León, felicitó públicamente tanto a Óscar como a la Parranda por una iniciativa que según dijo, "nace del corazón y habla al alma de esta ciudad".

Y como colofón, llegó la música. Dos integrantes de Los Buches, Sergio Betancort y Antonio Martín interpretaron la canción "Cronista y Mar", canción compuesta especialmente para la ocasión por Sergio Betancort. El estribillo, cantado con voz clara y firme, pareció quedarse suspendido en el aíre. 

Óscar Torres, manantial de inspiración,

Óscar Torres, bendita tu pasión,

protector de las costumbres y el folclore,

defensor de la historia y su valor.

 

Y mientras las últimas notas se apagaban entre aplausos largos y sentidos, algo quedaba claro; la plazoleta que ahora lleva el nombre no es solo un homenaje en vida. Es una declaración colectiva de gratitud. Es una promesa de continuidad. Es un recordatorio de que la historia se construye cada día, con trabajo, con memoria, y con amor al terruño.

Desde ahora, cada vez que alguien cruce ese esquina de la calle Ica 2 y lea el nombre de Óscar Torres Perdomo, no solo leerá una vida entera dedicada a que Lanzarote no olvide quién es.