El talento y la creatividad del lanzaroteño Jose Caraballo (Tahíche, 1997) le llevaron a Madrid a trabajar de su pasión, el estilismo de moda, donde viste a actores o cantantes como NIA, María Pelae, Antonio Pagudo o Alba Reche desde hace tres años. Desde pequeño siempre le gustó la ropa, tanto que se ponía los vestidos de su madre. Además, sus amigas siempre le pedían consejo a la hora de ir de compras a una tienda, aunque confiesa que con el tiempo fue descubriendo a qué se quería dedicar porque "no sabía qué era un estilista".
Al terminar Bachillerato, decidió irse a Madrid sin saber concretamente lo que iba a estudiar. "Ese verano decidí hacer un curso de moda, pero me di cuenta que el diseño no era lo mío, por lo que comencé a estudiar Bellas Artes en la Universidad Complutense". Gracias a la libertad de la carrera a través de proyectos de fotografía o diseño, Caraballo los hacía relacionados con la moda.
Aunque el estilista recalca que, a pesar de que trabaja de ello, todavía sigue intentando adentarse en este mundo y mantenerse en él porque "es muy complicado". Cuenta que tras acabar la carrera no sabía qué le gustaba, aunque le llamaba la atención la dirección de arte. "Le hablé a gente del mundillo e hice dos proyectos relacionados con ello, pero al principio era todo muy difícil porque no sabes cómo funcionan las cosas... y cuando hacía cosas de asistente, me daban contactos y yo investigaba en Instagram", recuerda.
Sin embargo, se dio cuenta que ser asistente no era lo suyo. "Empecé a hacer editoriales, fotos con modelos y le hablaba a agencias y fotógrafos para ver si querían colaborar para hacerme un hueco en este mundo y crecer", dice. A partir de tener esa experiencia con fotos en revistas, ya comenzó a hablarle a más profesionales relevantes "para hacer videoclips con cantantes o influencers".
En este sentido, asegura que en este mundo "lo importante es hacer lazos", ya que a través de las recomendaciones y el boca a boca es cómo conocen su trabajo.
El trabajo del estilista de moda
Una de los puntos más importantes de los estilistas de moda a la hora de trabajar con actores, cantantes o influencers es la comunicación. "Tienes que hablar con ellos, pero te tienes que interesar un poco por el estilo que busca y como profesional sabes qué le puede quedar bien o mal", explica.
"Muchas veces los estilistas tenemos que aguantar mucho y actúas un poco como psicólogo porque te cuentan sus inseguridades, por lo que tienes que tener en cuenta qué cosas no le gustan, como los colores o las prendas", continúa.
A raíz de ese conocimiento, Caraballo le va pasando ideas de conjuntos, algo que va creando un feeling. "Es importante esta conexión entre el cliente y el estilista, hay que conocerse y sentir esa complicidad para que se refleje en el resultado final", prosigue.
En el momento en el que un estilista va haciendo editoriales, este va conociendo los llamados showrooms, una sala de exposición donde los fabricantes y vendedores de ropa presentan sus productos a clientes o profesionales. En muchos casos de cantantes o creadores de contenido, los conjuntos para eventos o alfombras rojas son de estos espacios.
Desde Alba Reche hasta Antonio Pagudo
A pesar del corto recorrido de Jose Caraballo dentro del mundo del estilismo, ya puede presumir de haber vestido a grandes nombres como a las cantantes NIA, María Pelae, Chema Rivas, Cris Helia o Alba Reche.
También a los actores Antonio Pagudo y Elea Rochera, al influencer Jonan Wiergo y al modelo Miguel Cobs. Además, durante un tiempo estuvo vistiendo a la periodista, escritora y divulgadora sexual Noemí Casquet. Sin embargo, su trabajo no solo pasa por famosos, sino que su propia familia también ha sido "víctima" de su talento. "Hice mi Trabajo Final de Grado con fotos de mi familia y he hecho cosas con mi padre, siempre iba con él por la isla para que me sacara fotos", declara.
Y es que su padre se dejó vestir con la creatividad de Caraballo para un proyecto en Lanzarote.
En cuanto a la relación con personajes públicos, afirma que a veces algunos "no quieren pagar o, en caso de que te paguen, es poco". "A veces, cuando trabajas por primera vez con alguien, prefieres cobrar menos para ganar experiencia pero una vez tienes recorrido, subes el nivel", cuenta. "Hay veces que desde el principio te preguntan si puede ser gratis, pero la creatividad se paga", defiende.
Y es que el trabajo del estilista pasa por hablar con showrooms, mandar muchos correos, ir a recoger la ropa con maletas, probársela al cliente, ir al día del evento y estar presente. "En rodajes de videoclips puedes estar hasta 14 horas", afirma.
Por otro lado, destaca la simpatía de cantantes como la canaria NIA. "No tenía prejuicios porque siempre hablan muy bien de ella pero me sorprendió para bien, es muy humilde y tiene los pies sobre la tierra, es algo que se agradece", asegura.
Sin embargo, en otras ocasiones ha trabajado con famosos que han sido todo lo contrario. "También hay gente que se lo tiene muy creído y te tratan fatal", desvela.
Falta de proyectos de moda en Lanzarote
Jose Caraballo cuenta que al principio renegaba mucho de Lanzarote ante la falta de proyectos en la isla. "Tuve que empezar en Madrid, pero ya he hecho algunos proyectos en Lanzarote, como una campaña de Hermès o un curso de estilismo el pasado verano", cuenta.
El estilista expresa que le gustaría que se hiciesen más proyectos de moda en la isla. "A veces no te sientes muy apoyado, aunque es verdad que en Lanzarote no me conocen tanto porque he crecido como profesional en Madrid", concluye.