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Las fiestas patronales, una herramienta clave en la conservación y difusión de la identidad de Lanzarote

A través de playbacks, competiciones de juegos de mesa, romerías y demás actividades, los pueblos de la isla consiguen que las tradiciones sigan más vivas que nunca a pesar del paso de las décadas

Fiestas patronales de La Magdalena, en Masdache

Las fiestas de los pueblos son esperadas con ansias por muchos durante todo el año. Con la llegada del verano, se convierten en un reclamo de cada pueblo donde sus vecinos y otros llegados de fuera preparan y organizan con esfuerzo y dedicación. Estas fiestas populares, además, actúan como un salvoconducto para conservar y difundir la música y la cultura canaria, propia de nuestra identidad isleña. 

Sergio Niz, que forma parte de la comisión de fiestas de Tahíche, es uno de los muchos ejemplos de jóvenes que luchan cada año por mantener y conservar las tradiciones de cada pueblo a través de las fiestas. Desde muy pequeño, comenzó a actuar en los playbacks, en las galas de las reinas infantiles y en casi cualquier otro espectáculo que se le pusiera por delante.

Niz también ayuda en la celebración de las fiestas de Los Ancones que, como cuenta, "surgieron porque las fiestas de Tahíche terminaban en julio y nosotros pasábamos agosto y septiembre en este pueblo que era más de verano, por lo que como nos aburríamos decidimos hacer unas pequeñas fiestas para la gente, las primeras en 2004".

 

Un interés que se mantiene

A pesar del paso de los años y del cambio de la sociedad, las fiestas patronales siguen teniendo una gran participación. "Siempre ha habido una gran participación en las fiestas y a la larga, gracias a los más jóvenes que ahora tenemos treinta y tantos, se le ha dado más importancia y se han consolidado", dice.

El joven explica que, con el paso del tiempo, se le termina dando más valor a las fiestas de los pueblos porque vas creciendo y apreciando su relevancia.

Aquí también entra en juego la adaptación a los nuevos tiempos. En el caso de Tahíche, Niz apunta que "hemos centrado las fiestas más en la parte juvenil y tenemos, por ejemplo, un perfil de Instagram para las fiestas y se ha creado una venta de vasos y unas rifas que nunca lo habíamos hecho".

Con la llegada de los nuevos tiempos y la evolución de la sociedad, algunas de las actividades de las fiestas populares dejan de celebrarse. Es el caso de la cogida del cochino que se llevaba a cabo hace varios años, en la que todo el mundo intentaba coger al animal recubierto de aceite. "Hoy en día eso es impensable porque todo va evolucionando", asegura.

Sergio Niz

 

La fiestas patronales como forma de conservación de la cultura local

"Las fiestas crean pueblos". Esta frase de Sergio Niz define la importancia de estas celebraciones a la hora de mantener vivas las tradiciones de las diferentes localidades de Lanzarote. "El mayor incentivo para que la gente se una es la fiesta porque al final de una manera u otra vas a participar y te vas a encontrar con gente", apunta.

En este sentido, explica que las fiestas también son una manera de hacer llegar la cultura y la historia del propio pueblo a los más jóvenes. "Por ejemplo, en los pregones es donde aprendes toda la historia del pueblo porque son personas que han vivido las fiestas de otra manera", relata.

Cada localidad de Lanzarote tiene una historia única que contar y que conservar, unas tradiciones que son el reflejo de sus habitantes. Las fiestas cumplen una labor social, donde la gente del pueblo se reúne para disfrutar de ellas y conservar, lo que desemboca en un intercambio de historias y buenos momentos que solo los pertenecientes al lugar comprenden y recuerdan.

A través de estos actos, el sentimiento de pertenencia y conocimiento de los orígenes de uno mismo se convierten en los protagonistas de unas fiestas que, sin el apoyo del pueblo, acabarían muriendo.