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Alejandra Coco, la joven promesa de la moda canaria: "Me gustaría trabajar con la cochinilla de Lanzarote"

La lanzaroteña se encuentra actualmente estudiando Diseño de Moda en Madrid, donde forma parte de la exposición 'Intersecciones' con dos trajes tradicionales canarios reinterpretados por ella misma

La diseñadora Alejandra Coco

La diseñadora de moda Alejandra Coco (Lanzarote, 2004) es uno de los muchos talentos prometedores que están surgiendo de una cantera de Canarias que no tiene nada que envidiar al resto del país. Actualmente, Coco expone dos de sus diseños inspirados en Lanzarote y en el legado de César Manrique en Intersecciones, una muestra que recoge diferentes trajes regionales reinterpretados, la cual se puede visitar en el Museo del Traje de Madrid hasta el próximo 29 de junio.

Uno de los diseños está inspirado en la identidad de Lanzarote, la tradición campesina y el arte de César Manrique, mientras que el segundo también se inspira en la estética del artista, pero esta vez como homenaje a la isla de Gran Canaria.

Desde muy pequeña, a la joven le apasionaba pintar las revistas de top model que le regalaban en el supermercado, una pasión que le llevó a realizar un curso de diseño de moda en verano en una universidad, algo que le fascinó y por lo que decidió estudiar el Bachillerato de Artes a pesar de los comentarios de su entorno que le aconsejaban que no lo cursara porque "no tenía salida". Sin embargo, decidió arriesgarse, cursarlo y, después, marcharse a Madrid a estudiar lo que más le gustaba en una escuela de moda. 

¿Cómo surge la idea de participar en la exposición Intersecciones?

Este año es el aniversario del museo, por lo que hicieron una edición especial para conmemorar los trajes regionales de España, propusieron el proyecto y en esa convocatoria abierta, mi universidad de presentó. Varios alumnos quisimos presentarnos y ahí nos dijeron que podíamos elegir la región que quisiéramos y obviamente elegí Canarias. Tras ello, hicieron una selección y de 20 escuelas, fuimos elegidas seis una vez el proyecto estaba terminado e hicieron la exposición.

¿Cómo es el proceso de diseño de estos dos trajes regionales reinterpretados?

Lo primero que hice fue decidir cómo iba a diseñar la colección y pensé que, como iban a ser once looks, podía ser uno por isla. Empecé buscando los trajes tradicionales de todas las islas para usarlos como referencia y, mirándolos, hice una paleta de colores de cada uno y seleccioné aquellos que me gustaban más y los puse en común con los colores de mis cuadros favoritos de César Manrique. 

Después investigué para saber los tres elementos más típicos de los trajes de cada isla. Por ejemplo, del de Gran Canaria era muy típico la enagua y en el de hombre la faja y, a raíz de ello, decidí reinterpretar cómo en un diseño contemporáneo podía introducir esos elementos y darles otro aspecto. Quería que cada figurín de cada isla representase un elemento muy representativo de cada isla, como por ejemplo, el de Lanzarote eran los Novios del Mojón y y el diablo de Timanfaya.

Alejandra Coco trabajando en uno de sus diseños

 

Actualmente está en auge la fusión de lo tradicional con lo más contemporáneo...

A mí me parece muy buena idea y creo que es la clave dentro de este mundo porque hoy en día es muy complicado que una idea salga de la nada, todo está inventado, por lo que cada idea va a salir de una base que ya existe pero, a partir de ahí, es la visión que tú le das. Yo no había reinterpretado nunca un traje típico canario y me pareció una acción muy buena porque son muy clásicos pero quería demostrar que se puede sacar algo contemporáneo y ponible aunque tenga los elementos más tradicionales de la isla.

En el caso del diseño de Lanzarote que tiene unas bermudas, si miras el conjunto es algo que me podría poner y lo mismo pasa con la camisa.

¿En qué te inspiras a la hora de crear otros diseños?

Cada colección es un mundo. En esta en concreto mi referencia era Canarias pero en otra que realicé me inspiré en la música, en el jazz y en la historia afroamericana, al final son temas que a mí me interesan como persona y los intento trasladar al mundo artístico.

¿Has utilizado algún material de Lanzarote o del resto de las islas?

No lo he utilizado todavía pero sí que es verdad que me gustaría trabajar con la cochinilla de Lanzarote porque, además, hace poco tuve una asignatura de tintes naturales y hablamos de ella. El proceso es complicado y lleva mucho tiempo y, de hecho, este verano quería dedicarme a experimentar con este tipo de técnicas y ver qué otros tejidos y elementos canarios puedo incorporar a las prendas.

¿Qué línea quieres seguir en tu carrera como diseñadora?

Ahora mismo, en el punto de la carrera en el que me encuentro, te diría que estoy muy abierta a todo. Es verdad que cada vez voy notando más que tengo un estilo y una estética que están bastante predeterminadas, pero estoy abierta a experimentar con distintos diseños, estampaciones y con formas porque al final creo que si te cierras, es una forma de cerrarte al aprendizaje.

De hecho, cuando termine la carrera, aparte de hacer un máster más específico, me gustaría poder trabajar en muchas empresas distintas y poder ver el mundo laboral porque me parece muy importante antes de crear tu propia marca. Aunque no me guste un proyecto, algo aprenderé de él para añadirlo a mi propia estética. 

¿A qué aspiras en el futuro?

Mi sueño es poder vivir de la moda y del mundo del diseño, sobre todo poder expresar todo el arte en las colecciones y poder tocar todos los campos del diseño como el espectáculo, cine o teatro. También me gustaría tener mi propia marca y participar en un desfile de alta costura. 

¿Crees que es complicado vivir de la moda en un territorio como Canarias?

Creo que sí es muy complicado, sobre todo porque ya de por sí el mundo de la moda es muy difícil. Es una industria que se está empezando ahora a ver que es una profesión porque a todos nos importa más la moda de lo que creemos pero no tenemos en cuenta a las personas que están detrás de la ropa que nos ponemos. En Canarias está muy poco visibilizado y el alcance que tiene es mucho menor que en el resto de España.

Para mí la diferencia de irte fuera de las islas son los contactos porque en el caso de Madrid conoces a mucha gente que se mueve dentro de este mundo. Desde primero de carrera, lo que hice fue escribir a 40 marcas emergentes para ayudarles en cualquier cosa. De todas ellas, solo me contestaron tres y dos de ellas me dijeron que no. La única que me lo aceptó fue un diseñador con el que hasta hoy tuve muy buena relación y le he ayudado en shootings y estuve trabajando en la Mercedes-Benz Fashion Week de Madrid con él. Esto es lo que marca la diferencia con Canarias.