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La Orden del Cachorro organiza la charla 'Manuel Díaz Rijo y la potabilizadora de 1964'

La actividad estará a cargo de Luis Díaz Feria y se enmarca dentro del 60.º aniversario de la puesta en marcha de la primera planta potabilizadora en la isla

Hotel Lancelot Playa donde se llevará a cabo la charla

La Orden del Cachorro organiza la charla Manuel Díaz Rijo y la potabilizadora de 1964, que estará a cargo de Luis Díaz Feria. El acto tendrá lugar el miércoles, día 30 de abril, a las 19.30 horas, en el Hotel Lancelot Playa de Arrecife.

La actividad se enmarca dentro del 60.º aniversario de la puesta en marcha de la primera planta potabilizadora en la isla, por lo cual la Orden del Cachorro Canario en Lanzarote ha programado unas jornadas conmemorativas bajo el título genérico El agua que no había.

El autor se detendrá en la ideación e imaginación por parte de su padre, Manuel Díaz Rijo, de un hecho excepcional que posibilitó el desarrollo de Lanzarote. Se trata de la concepción y desarrollo en solitario del proyecto de ingeniería de una planta potabilizadora en tierra para consumo humano, la primera de su tipo en toda Europa.

Luis Díaz Feria es arquitecto por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (1979). Académico numerario de la Academia de Ciencias, Ingenierías y Humanidades de Lanzarote (2009). Comisario de la exposición «Memoria del agua», que contextualiza el momento trascendente de la implantación de la potabilizadora (Casa Amarilla, 2018).

Manuel Díaz Rijo fue investido Cachorro de Honor por la Orden del Cachorro Canario en Lanzarote en el año 2012, al considerarlo "el artífice del milagro del agua en Lanzarote". Con motivo de su investidura, quedó recogido lo siguiente: "En la primavera del año 1965, el agua del mar, transformada en potable, comenzó a circular por la red de distribución de Arrecife. En aquel momento, empezó a funcionar una de las primeras plantas de desalación de agua de mar instalada en tierra en el mundo. Aquel proyecto se inspiró en una planta experimental que, por aquellas fechas, se había instalado en San Diego, California".

El propio Manuel Díaz Rijo explicó en vida el origen de la idea: "Sentado en el Parque del Retiro de Madrid junto al entonces alcalde de Arrecife, don Ginés de la Hoz, nos pusimos a hablar del motivo que le había traído a la capital, que no era otro que la crisis profunda producida en Lanzarote por la falta de agua. En dicha conversación, se me ocurrió proponer al alcalde considerar a Lanzarote como un gran barco fondeado en el Atlántico, entre cuya maquinaria se incluyese una planta desalinizadora del agua del mar. No era razonable que, rodeados de esa gran cantidad de agua salada, fuésemos incapaces de transformarla en potable, y romper con ello el cuello de botella que estaba frenando nuestro futuro desarrollo".