Tribunales

La Audiencia también tumba el recurso de Rosa, que alegó que las Juntas del Fariones se celebraban “en la barra del bar”

El auto de la Sección Sexta desgrana su declaración judicial. Es la segunda sección de la Audiencia que confirma los indicios de criminalidad y avala la instrucción de la causa contra el empresario y cuatro miembros de su familia

La causa que volverá a sentar a Juan Francisco Rosa en el banquillo de los acusados ha vuelto a ser respaldada por otra sección de la Audiencia Provincial de Las Palmas, que alaba incluso la “excelente motivación” en todos los autos dictados por el juez instructor, Jerónimo Alonso. Esta vez ha sido la Sección Sexta, la misma que absolvió a Rosa en el caso Stratvs, la que ha confirmado que hay indicios de criminalidad, rechazando así el recurso que presentó el empresario contra el auto que puso fin a la instrucción y que abrió el trámite para llevarla a juicio.

Esta resolución, que le impone además el pago de las costas, se suma a la dictada hace unos días por la Sección Primera de la Audiencia, que rechazó también los recursos de otros dos acusados en la causa, Anselmo Rosa y Rosa María Rosa. Junto a ellos, están también procesados dos hijos de Juan Francisco Rosa, y los cinco deberán responder por presuntos delitos societarios, de apropiación indebida y de falsedad documental en la gestión de Hotel Los Fariones SA, en perjuicio de su socio, García Bravo e Hijos SL, que fue quien denunció los hechos y ejerce la acusación particular.

En su auto, la Sección Sexta de la Audiencia repasa no solo las distintas operaciones investigadas y presuntamente delictivas, sino también la declaración que prestó Juan Francisco Rosa en los Juzgados durante la instrucción.

 

Las Juntas, "con 4 whisquies y 5 gin tonics”

Ante la queja que planteaba el empresario en su recurso, alegando que se han incluido hechos que no estaban recogidos en la querella inicial y por los que no se le preguntó en su declaración durante la instrucción, la Sala responde subrayando que en esa declaración, Rosa se negó a responder a las preguntas de “la única acusación que compareció en su interrogatorio”. 

“Igualmente parecen existir indicios sobre la posible falsedad de las actas de las Juntas, ello acudiendo de nuevo a la declaración del encausado Sr Rosa Marrero, quien señaló que estas Juntas las celebraran Honorio (padre) y él, en la barra del Hotel Fariones, no recordando si existía o no convocatoria”, señala el auto. “Las Juntas eran en el Hotel Fariones y acababan Honorio con 4 whisquies y yo con 5 gin tonics”, añadió Juan Francisco Rosa en esa declaración.

Según su testimonio, que reproduce la Audiencia en su auto, “luego se reunían y se firmaban todas las actas, una o dos al año”. Rosa añadió que las firmaban “todos”, entre los que se incluía él mismo, sus primos, “Honorio padre” -ya que afirmó que “con el hijo solo se ha empezado a reunir desde 2013 o 2014”- y “poco más”. Sin embargo, la familia García Bravo precisamente denuncia que no era convocada a las Juntas y que esas actas fueron falsificadas. Por su parte, la Sección Sexta se remite a lo que establece la Ley de Sociedades de Capital sobre “la forma de aprobación de las actas”, que dista mucho del relato hecho por el empresario.

 

Ampliaciones de capital “sospechosas”

A esto, la Audiencia añade que también ve indicios de criminalidad en los aumentos de capital efectuados “para diluir la participación de “García Bravo” en Hotel Los Fariones. Al respecto, recuerda que Garcia Bravo e Hijos SL ostentaba una participación del 25%, que es justo el límite que establece la Ley para tener derecho de acceso a toda la información, sin que se le pudiera denegar.

De nuevo, en este punto el auto se vuelve a remitir a la declaración de Rosa, que en respuestas a su abogado afirmó que esa ampliación se hizo “porque hacía falta dinero”, y no para reducir la participación de su socio. “Recordemos que el auto tilda de sospechosas dos ampliaciones por importes de 1.663.860 pesetas (9.999,64 euros) y 600,01 euros”, ya que “estas cantidades no parecerían paliar (por ser ciertamente pequeñas) la falta de dinero”, apunta la Sección Sexta de la Audiencia.

El auto repasa las distintas operaciones investigadas, incluyendo préstamos a otras empresas de Rosa -que no se documentaban ni se devolvían-, así como el uso del hotel como aval y garantía de créditos que nada tenían que ver con la sociedad, mientras Los Fariones acumulaba una deuda millonaria en impuestos y tributos impagados a la Agencia Tributaria, a la Seguridad Social y al propio Ayuntamiento de Tías.

En uno de los casos, subraya que se constituyó una hipoteca “unilateral” para garantizar una deuda personal que Juan Francisco Rosa mantenía a su vez con la Agencia Tributaria, por valor de más de 462.000 euros. El acta de la “supuesta junta” celebrada para aprobarlo la firmó como presidenta la hija de Juan Francisco, Raquel Rosa Caraballo, “cuando dicho cargo no lo ostentó sino hasta el 22 de diciembre de 2014”.

Como ésa, la acusación sostiene que se simularon decenas de juntas, a las que nunca fue convocado el socio minoritario. Lo que cree es que se fingieron después para dar cobertura a decisiones que habían adoptado en contra de los intereses de la sociedad, y que debían haberse aprobado en ese órgano.

También se refiere el auto a la “fraudulenta venta por los administradores de Hotel Los Fariones de las acciones de las que era titular en Lanzasuisa S.A. por 4.302.000 euros, inferior a su valor de mercado”, subrayando además que ese dinero “se destinó en parte a liquidar deudas de Juan Francisco Rosa”.

 

Peticiones “poco conciliables” del abogado de Rosa

En su recurso, el abogado de Juan Francisco Rosa, José Antonio Choclán Montalvo, pedía por un lado el sobreseimiento de las actuaciones, mientras al mismo tiempo alegaba que la instrucción “no estaba agotada”.

Respecto a la petición de sobreseimiento, la Audiencia responde que “parece poco conciliable con la 'denuncia' de falta de diligencias”. Además, concluye que analizada la causa, “se antoja evidente que en modo alguno cabe acordar el sobresimiento”.

En cuanto a nuevas diligencias que seguirían alargando el procedimiento, Rosa pedía entre otras cosas que se “ratificaran” en sede judicial los informes periciales de parte que aportó él mismo, y que se pusieran “a disposición del perito judicial”. “No alcanzamos a comprender qué interés tiene para la investigación el que el perito judicial conozca la existencia de otras tasaciones distintas a la suya”, responde la Audiencia.

“Lo que no parece lógico es que, después de casi cuatro años de instrucción, sea pertinente y útil a los fines de la investigación la aclaración y ampliación de un informe pericial, lo que además puede hacerse en el juicio”, añade el auto, que tacha de “desproporcionada” esa solicitud. Además, añade que analizada la causa y los “indicios de criminalidad”, el resultado de la diligencia interesada “en nada haría variar la decisión” del juez de dar por terminada la instrucción y de iniciar el trámite para llevarla a juicio.