Economía

Bella, la primera camarera androide de Canarias

La robot lleva casi un año trabajando en el restaurante Kokoxili de Arrecife. “La gente piensa que el robot le quita trabajo a la gente, pero en realidad sólo ayuda a los camareros”, explica el propietario, Jaime Jiang

Bella, la robot del Kokoxili

La inteligencia artificial y la robótica están viviendo una época dorada en nuestros días y Lanzarote no es ajena a este fenómeno. El restaurante Kokoxili Sushi de Arrecife ya cuenta con la primera robot ayudante de camareros, Bella. 

Ekonomus ha charlado con su propietario, Jaime Jiang, ya que Bella todavía no habla, aunque Jiang estima que este mismo año será capaz de responder a los clientes. 

Lleva casi un año trabajando en Arrecife, y es la primera androide que lo hace en un restaurante en toda Canarias. Se recarga en 60 minutos y tiene autonomía para 24 horas. 

Primero la vi en un hotel de China, en la recepción, y hablando con la empresa vi que en ese momento no había distribuidores” en Europa, explica Jiang.

El propietario de Kokoxili dice que, al cabo de un tiempo, en Madrid, encontró una empresa de Países Bajos que había empezado a distribuir este robot en el viejo continente y acordó con ellos convertirse en su distribuidor en Canarias

Bella, que cuesta en torno a 11.000 euros, lleva y trae platos a los clientes, incluidas las tartas, pero “lo que le encanta a los niños pequeños es que canta, incluido el cumpleaños feliz”, destaca Yiang.  Y no lo hace de cualquier manera, sino con la versión de Parchís, el mítico grupo infantil de los años 80, mientras recorre los pasillos del restaurante parpadeando con sus ojos digitales.

“Ahora necesita una persona que la guíe con el móvil, pero en el futuro será automática. Queremos que nos habiliten más funciones”. Entre ellas “hablar y contestar a los clientes”, adelanta el propietario de Kokoxili. “Creo que Bella hablará este mismo año". Antes no ha sido posible por la pandemia”, añade. 

 

"Un taller para formar a gente local en cocina asiática"

Yiang cuenta que Bella trabaja a “jornada completa, ocho horas, sin descansos, y no fuma” (risas). “La gente piensa que el robot le quita trabajo a la gente, pero en realidad sólo ayuda a los camareros”, explica.

De hecho Yiang, que tiene siete empleados asiáticos en su restaurante (sin incluir a Bella) y seis empleados locales en el supermercado Suko, que abrió en Arrecife  a finales del año pasado, quiere seguir contribuyendo a crear empleo.

“Mi idea de futuro es tener un taller para formar a gente local en Lanzarote en cocina asiática, ya hemos formado a los trabajadores de hoteles. Hay una crisis de falta de trabajadores formados en cocina asiática”, explica. 

“Creo que un negocio asiático no tiene por qué tener solo trabajadores asiáticos o un negocio local solo empleados locales, mi idea es integrarlo todo”, complementa.

Entretanto Bella llega con unos suculentos panes bao de pollo crujiente, (“panes que sonríen” en chino), una de las últimas novedades de Kokoxili, un restaurante que apuesta por la innovación, ya sea en robótica o en gastronomía.