Tribunales

Uno de los dueños del bar de La Santa pide perdón al otro acusado: "Está aquí por mi culpa"

Fiscalía considera acreditado que se traficaba con droga en el bar y mantiene las peticiones de pena de siete años y medio de cárcel para los dos procesados  

Uno de los dueños del bar de La Santa pide perdón al otro acusado: "Está aquí por mi culpa"

El dueño del bar de La Santa que reconoció que la droga encontrada por la Guardia Civil en el local en 2015 era suya, pero que era "para una fiesta", ha utilizado su derecho a la última palabra en el juicio para pedir disculpas al otro acusado "por todo el año causado". "Quiero disculparme, porque está aquí por mi culpa", ha señalado Juan Francisco I.D. antes de quedar el juicio visto para sentencia. 

En la segunda y última sesión de la vista oral, han declarado otros cinco amigos de Juan Francisco, que se ha pronunciado en el mismo sentido que ya lo hicieron los testigos que declararon este martes, afirmando todos ellos que habían "acordado previamente" comprar droga para una "fiesta privada" a la que iban a acudir a casa de un amigo por el cumpleaños de otra chica y que habían puesto "un bote" para ello. Según sus testimonios, Juan Francisco iba a encargarse de la compra porque "él conocía a alguien que la podía conseguir". No obstante, dos de ellos han reconocido que, aunque pusieron dinero, no acudieron finalmente a la fiesta, uno de ellos sin  recordar el motivo y el otro "porque estaba de viaje". Sobre el otro acusado, Albert F.T, han coincidido en que nada tenía que ver con la droga ni con la fiesta, manifestando uno de ellos incluso que no le conocía. 

También ha declarado este miércoles una joven que trabajaba "de forma eventual" como camarera en el Bar-Cafetería Yemaya y que el día que la Guardia Civil registró el local estaba allí. "Nunca vi vender droga", ha asegurado. La chica ha apuntado que aquel día ella estaba en la barra de dentro mientras que Albert estaba en la de fuera y que los agentes de la Guardia Civil "entraron de golpe" y "metieron dentro a gente que estaba en la terraza para cachearla". Aunque ha señalado que no vio la droga que encontró la Benemérita, sí ha afirmado que escuchó a Juan Francisco decir que la marihuana "era para consumo propio" y que el resto de sustancias "las habían comprando entre unos cuantos". "Lo oí, de verdad", ha insistido. 

 

Fiscalía mantiene los cargos: "No concurren ni consumo propio ni compartido"


A pesar de ello, Fiscalía considera acreditado que los acusados traficaban con droga en el bar y, por ello, ha decidido mantener la petición de pena de siete años y medio de prisión y una multa de 2.482 para cada uno de ellos. Y es que para la fiscal no concurre ni el consumo propio, pues se encontraron 3,76 gramos de anfetaminas y la cantidad máxima para que se considere tal es de 900 miligramos, ni tampoco el consumo compartido. 

A este respecto, ha insistido el Ministerio Fiscal en que para que se considere consumo compartido, las personas que se agrupan deben ser adictos y, en este caso, "no lo son". "Han manifestado que lo hacen de manera ocasional, ni siquiera los fines de semana, sino de fiesta en fiesta". Además, ha apuntado que la acción de compartir debe ser íntima, "no de trascendencia social". En este sentido, ha indicado la fiscal que, según los testigos, a la fiesta iban a acudir "al menos 30 personas" y "sólo pusieron dinero para la droga de ocho a diez", es decir, que "el resto no iba a consumir". Considera la fiscal asimismo que el hecho de que Juan Francisco declarara que la droga se pondría en una mesa junto a las bebidas es "promover el consumo". 

Fiscalía también ha resaltado "contradicciones" que, a su juicio, se han puesto de manifiesto en el juicio. Y es que Juan Francisco afirmó que la droga le había costado 400 euros. "No sabemos si pusieron 8, 10 ó 15, pero no nos salen las cuentas", ha indicado, añadiendo además que, según los precios del mercado entonces, el valor de la droga encontrada ascendería a 583 euros. "Pues si que le hicieron precio", ha ironizado. 

Además, para el Ministerio Fiscal hay "otros indicios" como son el hecho de "la pluralidad de sustancias" encontradas, la "disponibilidad de ambos" para acceder a ellas dado que se encontraron en la cocina y encima de la caja registradora, la tenencia de una báscula de precisión, el hallazgo de la "bolsa de plástico con circunferencias que coincidían con los envoltorios" de la droga, y las declaraciones de los agentes de la Guardia Civil, que afirmaron que tuvieron conocimiento "por transeúntes" y por gente a la que ese día habían denunciado por posesión de droga de que en el bar se vendían sustancias. 

 

Las defensas piden la absolución 


Las defensas de los acusados, por su parte, han solicitado la absolución. En el caso de la abogada de Albert, ésta ha incidido en que su defendido "siempre ha mantenido que no tenía nada que ver" y que "no portaba droga". "Él se encontraba fuera y no sabía que había droga en el bar", ha señalado, añadiendo además que "Juan Francisco ha declarado con rotundidad que es suya, que la compró para un fiesta, y que Albert no tenía nada que ver". 

Para la letrada, no hay además "ninguna prueba" de que en el bar se vendía droga. "Ningún agente vio ninguna trasacción", ha apuntado, insistiendo en que "no se indentificó a la gente que decía" que allí se vendía "ni tampoco a nadie que la comprara allí". Además, la defensa de Albert ha destacado que a las cuatro personas que se denunció tras el registró en el bar por tenencia de sustancias fue "por porros o por speed", no por cocaína ni por anfetaminas, que fueron las drogas que la Guardia Civil halló en el local. 

La defensa de Juan Francisco también ha insistido en que los agentes reconocieron que "no vieron ninguna transacción" y ha señalado que en el atestado se dice que intervinieron porque vieron "a un señor fumando un porro, pero en la puerta", y que las actas de denuncia que se levantaron fueron a personas "vistas en la vía pública, no dentro del local". "No se puede relacionar la droga de esas personas con tráfico", ha señalando, añadiendo que no consta que ninguno manifestara que la había comprado en el bar. 

 

"No se ha acreditado dónde está el beneficio"


Para la abogada de Juan Francisco, sí concurre el consumo compartido. Y es que, aunque a la fiesta fuera a acudir gente no consumidora, "era un domicilio cerrado". "No es un lugar en el que se incite al consumo", ha apuntado, añadiendo que la cantidad encontrada "era pequeña y apropiada al número de consumidores". Además, la defensa de este acusado ha destacado la "solidez" del testimonio de la camarera. "Estaba presente, trabajaba allí y nunca presenció tráfico de drogas", ha subrayado, recordando que además ha declarado que Juan Francisco le dijo a la Guardia Civil que la droga era suya y que era para una fiesta. 

"No se ha acreditado dónde está el beneficio de la venta de la droga. ¿La regalaba?", ha añadido la letrada, que ha explicado que en la cartera de Juan Francisco sólo se encontraron 250 euros, "una cantidad que no es desorbitada" y que "en el bar hasta poco dinero había" para ser fiestas en La Santa. De esta forma, la abogada de Juan Francisco considera que "no está demostrado el tráfico" y, por ello, también ha pedido la absolución para su defendido.