Tribunales

Turbulento juicio por estafa: la principal acusada ejerce también de abogada y se 'enzarza' con testigos y peritos

Ha interrogado al hombre que la denunció, al perito que declaraba contra ella y a los testigos, con constantes alusiones personales y advertencias del juez. “Usted metió un par de veces el móvil por la ventana de mi casa”, le respondió uno de ellos

I.L.

Periodista

El banquillo de los acusados y, al fondo, los abogados defensores, entre los que se sienta una de las procesadas (FOTOS: José Luis Carrasco)

El juicio por la presunta estafa en la venta de un solar en la Rambla Medular de Arrecife se extenderá finalmente durante dos sesiones más, tras dos jornadas turbulentas en las que ni siquiera han llegado a declarar aún los acusados. 

Los dos días que estaban señalados se han centrado en la declaración del denunciante, de varios testigos y de los peritos, y han estado marcados por continuas llamadas al orden por parte del magistrado que preside la sala, especialmente con una de las abogadas defensoras. Y es que aunque está interviniendo en el juicio como letrada de uno de los procesados, a su vez es la principal acusada.

Esto ha provocado que se generaran constantes alusiones personales durante sus interrogatorios, tanto con un testigo como con un perito y, especialmente, con el denunciante. “Supuestamente no. Usted sabe que le pagué. Me puso la comisión y el precio del solar, y yo se la di a usted”, ha respondido la presunta víctima, al ser interrogado por la mujer a la que denunció.

Según su declaración, la abogada Carmen del Rocío García García fue quien le “engañó” para adquirir una parcela hace 16 años, haciéndole creer que estaba adquiriendo otra colindante. Después, descubrió que el suelo que había comprado había sido en realidad otro, expropiado años antes por el Ayuntamiento.

 

“Me dijo que lo llevaba su mujer, que me asesoraría”

Junto a la abogada está acusada su pareja, Raúl Delgado Díaz, que tenía una “relación amistosa” con el denunciante y fue quien le habló de ese terreno. “Contactó conmigo porque sabía que yo quería comprar un solar, y me dijo que tenía uno en la Rambla Medular. Me dijo que él era el que estaba encargado de la venta y que lo llevaba su mujer, que me asesoraría”, ha declarado Francisco Alemán.

Según afirmó en la primera sesión celebrada este martes, ambos le acompañaron hasta tres veces a ver el terreno que supuestamente iba a comprar. En cuanto a los vendedores, cinco hermanos que también están procesados, los conoció ya en la notaría, junto a su madre, que era la octava acusada en la causa, pero falleció antes del juicio.

Los cinco hermanos que vendieron la parcela, en el banquillo, junto a uno de los intermediarios (a la derecha)

Así, finalmente son siete las personas procesadas, aunque una  de ellas no se sienta en el banquillo, sino junto a los abogados defensores. Y es que Carmen García tiene su propio letrado -el que fue durante años abogado de Dimas Martín, Manuel González Peeters-, pero a su vez ejerce como abogada de su pareja, Raúl Delgado.

Esta doble condición de “abogada-letrada” ha sido reiteradamente subrayada por el presidente de la Sala. “Se está defendiendo a usted y no a su representado”, le ha advertido interrumpiendo uno de sus interrogatorios. En otro, ha llegado a pedirle que actuara “como la profesional que es” y no como acusada, cuando se había enzarzado en un acalorado debate con uno de los peritos, al que conocía personalmente. “No vamos a permitir esto”, ha reiterado el juez.

 

“Usted metió un par de veces el móvil por la ventana de mi casa”

Junto al denunciante, el martes también declaró como testigo el dueño de la parcela que Francisco Alemán creía estar comprando, y con quien terminó en los tribunales cuando intentó tomar posesión de ese suelo. “Me rompió las plantas”, declaró el testigo durante el juicio, coincidiendo con la declaración del denunciante, que explicó que lo primero que hizo fue “quitar plantas y malezas” que había en el terreno.

El vecino buscó entonces asesoramiento legal y, según ha señalado, terminó recurriendo a la misma abogada, Carmen García, que le “pidió los papeles”, pero después le dijo que no podía representarle, porque defendía a la otra parte. 

Incluso, insinuó que la letrada pudo entrar en su domicilio para obtener más documentación. “Yo pensé que se había metido en mi casa un par de veces. Pensé que había sido usted. Usted metió un par de veces en teléfono móvil por la ventana de mi casa, que la vi yo”, respondió el testigo, tras preguntarle la abogada si él le había entregado papeles a Francisco Alemán.

La letrada Carmen García, que ejerce de acusada y de abogada defensora (FOTOS: José Luis Carrasco)

Precisamente uno de los puntos que deben dirimirse en el juicio es si la presunta víctima sabía realmente lo que estaba comprando, o si la letrada le ocultó documentos que ya tenía en su poder. De hecho, el denunciante sostiene que cuando empezó a desconfiar y decidió renunciar a sus servicios, reclamándole el expediente completo, ésta intento “quitar cuatro documentos” antes de dárselo, diciéndole que le iban a “perjudicar”.

Al exigírselos y leerlos, afirma que descubrió que los terrenos que realmente compró habían sido expropiados en 1990 por el Ayuntamiento, precisamente para construir la Rambla Medular. “Hasta una persona lega en la materia lo sabía viendo esos documentos, y ella lo tenía todo desde el principio”, ha señalado en su declaración.

 

“Algunas dudas” antes de la compra

Alemán ha admitido que antes de la compra tuvo “algunas dudas”, porque en la finca de al lado había una vivienda con una ventana y una puerta que daban hacia su supuesto solar. “Carmen me dijo que nadie podía tener una puerta hacia otro terreno privado”, ha añadido. Y también ha señalado que el vecino con el que después terminó pleiteando -y que le ganó el juicio-, le advirtió que “no se le ocurriera comprar ese solar”, porque era “un jardín del Ayuntamiento”. 

Sin embargo, ha señalado que fue a consultar al Consistorio y le dijeron que no, por lo que siguió adelante con la compra. Respecto a la comisión que pactó con la abogada -que afirma que fue de 60.000 euros, por la compra de una parcela por 119.400 euros-, explicó que tras la compra solo le pagó 50.000, dejando el resto pendiente, por si surgía “algún problema con los vecinos, por el tema de la puerta y la ventana”.

Carmen García niega haber recibido esa suma y su abogado, durante el interrogatorio a Francisco Alemán, hizo hincapié en este punto, cuestionando si no le pareció “excesiva” una comisión del 50% del valor del terreno. El denunciante respondió que “era alta”, pero que aceptó el precio porque pensaba esa parte de la Rambla Medular “iba a ser una zona emergente”, aunque “al final no fue así”.

Del mismo modo, González Peeters le preguntó por qué afirma que entregó el dinero de esa supuesta comisión en efectivo y sin recibo. Y en lo mismo insistió la propia Carmen García, al interrogarlo después como abogada de otro acusado. “Estoy esperando que me dé usted los recibos”, le replicó el denunciante. “No era un pago en negro. Usted tenía que darme el recibo. En negro lo entendió usted”, añadió al insistir la abogada, que le preguntó si era habitual que su empresa hiciera pagos “en negro”.

 

“Yo no compré un problema, compré un solar”

Cuando el vecino llevó a Francisco Alemán a los Tribunales, éste afirma que aún “no era consciente" de que había sufrido un "engaño”, por lo que siguió contando con la misma abogada. Incluso ganaron el pleito en primera instancia, tras lo que afirma que le  pagó otros 6.000 euros. Sin embargo, después una instancia superior anuló ese fallo.

A partir de perder ese segundo pleito, Antonio Alemán ha declarado que ya solo quería que le devolvieran el dinero: “Yo no había comprado un problema, había comprado un solar”.

Además, empezó a desconfiar de su abogada, cuando acordaron encargar una pericial que no llegaba. Tras contacar personalmente con el arquitecto que habían contratado, éste le dijo que no le habían entregado toda la documentación para hacer el informe. “Entonces le pedí a Carmen que me diera el expediente, que no quería seguir con ella”.

Ahí fue, según su versión, cuando Carmen García intentó “ocultarle” cuatro documentos que le confirmaron que había sido víctima de un “engaño”. Entonces empezó a hablar también con los vendedores. “Me dijeron que había sido organizado todo por Carmen. Que ella fue la que les dijo que tenían ahí una finca y que era legal”, ha señalado, afirmando que al principio “pensaba que ellos estaban también en la inopia en este asunto”.

Sin embargo, tras posteriores conversaciones que empezó a grabar, y que ha aportado al juicio, concluyó que “también habían participado en el engaño”.

Según su declaración, una de las vendedoras le dijo que le habían entregado a su abogada “desde el principio” los documentos que él afirma haber conocido mucho tiempo después. Además, sostiene que también descubrió que Carmen García no solo le asesoraba a él: “Los vendedores también le habían pagado a ella, pero de eso me enteré después”.

Entre las grabaciones que aportó el denunciante se incluyen varias con dos de los vendedores y con su propia letrada, que volvió a intentar impugnarlas sin éxito al inicio del juicio, alegando que “no tienen valor jurídico” y que son “clandestinas”.

 

Un retraso que obligó a alterar el orden de las declaraciones

El juicio arrancó este martes con casi tres horas de retraso, primero por un problema en el aeropuerto de Gran Canaria -que demoró en algo más de una hora la llegada a la isla de los magistrados- y después porque previamente había dos juicios de conformidad que se habían señalado a la misma hora, las 9,30. Solo media hora después se había fijado éste, que terminó comenzando mucho más tarde de lo previsto, tras resolverse antes los otros dos.

Esto llevó también a alterar el orden de las declaraciones, ya que uno de los testigos -el verdadero dueño del solar- tiene problemas de salud y depende de una máquina portátil que se estaba quedando sin oxígeno, tras más de tres horas y media de espera.

En su declaración, este testigo afirmó que “le consta” que la parcela de sus vecinos, la familia Hernández Benasco, “fue expropiada”, e incluso que le parecieron “excesivos los metros que pagó el Ayuntamiento” en su día.

Al respecto, los herederos y vendedores del suelo sostienen que siguió en su poder una parte, que fue la que le vendieron a Francisco Alemán, aunque el testigo defendió que solo quedó “un triangulito”, que no ocupa ni un tercio de la superficie que vendieron.

En su caso, tampoco tiene inscrito en el Registro de la Propiedad su terreno, que afirma que heredó de su padre y de su abuelo, que tenían ahí “los corrales de cabras”, pero sí “un documento del alcalde que decía que eso había sido hecho con el sudor de su frente”.

Respecto a Francisco Alemán, ha señalado que lo conoció en la época en la que compró los terrenos. Y con algunas contradicciones y lagunas, ha terminado afirmando que le “advirtió” sobre la otra familia antes de que formalizara la compra. “Me está agobiando, me está presionando”, le terminó diciendo al abogado de Carmen García durante el interrogatorio. El letrado ya había sido interrumpido previamente por el juez por la forma de dirigirse al testigo, cuando paró su respuesta y le pidió con vehemencia que concretara qué fue lo que le advirtió al denunciante.

En cuanto a los acusados, en contra de lo que suele ser habitual, no declararon al principio del juicio y estaba previsto que lo hicieran este miércoles, pero al alargarse las declaraciones que quedaban pendientes, finalmente se ha pospuesto su interrogatorio para una próxima sesión, que se ha fijado para el próximo 20 de octubre, ya en Las Palmas de Gran Canaria. Además, se ha tenido que añadir otra sesión más el día 21, cuando se presentarán las conclusiones de las defensas y de la Fiscalía y la acusación particular.