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“La Graciosa y su entorno solo sobrevivirán tal cual los conocemos si logramos evitar el turismo de masas"

WWF Canarias ha lanzado esta advertencia con motivo del Día Mundial de la Protección de la Naturaleza, en el que ha querido recordar "el valor del Archipiélago Chinijo como refugio" de muchas especies de las islas

Voluntarios recogiendo basura en La Graciosa

“La Graciosa y su entorno solo sobrevivirán tal cual los conocemos, si logramos conservar su naturaleza y evitamos que se convierta en un destino de turismo de masas”. Ése es el mensaje que ha lanzado WWF Canarias con motivo del Día Mundial de la Protección de la Naturaleza, en el que ha querido recordar "el valor del Archipiélago Chinijo como refugio" de muchas especies de las islas. Por eso, ha pedido "asegurar la gestión de Chinijo para lograr un modelo de turismo sostenible", que sea compatible con su conservación.

"Cada año desembarcan en el Archipiélago Chinijo cientos de miles de turistas en busca de playas paradisíacas, belleza y tranquilidad, multiplicando su población en los meses de verano. Sin embargo, la presión ambiental y la demanda de recursos amenaza la conservación de los valores naturales de la isla de La Graciosa y los islotes de Alegranza y Montaña Clara y los Roques del Este y del Oeste", subraya la asociación.

Al respecto, recuerda que con una elevada diversidad biológica, conformada por más de 2.000 especies entre marinas y terrestres, así como por su importancia geológica y paisajística, el Risco de Famara y el Archipiélago Chinijo constituyen "el espacio natural protegido marítimo terrestre más importante de Canarias"

Declarado como el primer Parque Natural en Canarias, sus aguas albergan la mayor biodiversidad del archipiélago con la mayor diversidad de algas y peces, así como con las poblaciones más importantes de corales de profundidad. Además, es el espacio más importante para la conservación de las aves de las islas y el cuarto sitio de Europa en presencia de plantas endémicas. "Junto con El Hierro, Chinijo es el espacio marino más importante de Canarias, con 774 especies", insiste el coletivo ecologista.

"No obstante, el espacio natural, que ha ido sumando otras figuras de protección, mantiene las mismas amenazas que tras su declaración como Parque Natural en 1986: la presión turística y la contaminación del mar, tanto por las corrientes como por las basuras que dejan los visitantes en las playas y los senderos", advierte WWF.

 

El trabajo clave del voluntariado

Frente a esto, destaca que desde 1998, unas 1.950 personas voluntarias han ayudado a conservar este ecosistema canario, junto al "trabajo con las instituciones públicas y privadas para garantizar el buen estado de conservación" de este espacio. "Esta campaña de conservación, sensibilización y vigilancia se ha convertido en la actividad más antigua y duradera del trabajo de WWF España en las Islas Canarias", subrayan. 

"En este momento en el que las normas del Parque Natural siguen sin recuperarse, se hace más necesaria que nunca la participación de los diferentes actores sociales en la conservación del espacio marítimo-terrestre más importante de Canarias,  como así pretendemos con la realización de nuestra 'Campaña Chinijo', que cumple este verano sus 25 temporadas ininterrumpidas", explica Alexis Rivera, técnico de conservación de WWF de las actividades con voluntarios y voluntarias, así como de la relación con los organismos públicos y privados competentes para el buen mantenimiento de la biodiversidad del Parque Natural del Archipiélago Chinijo. 

Según explica Rivera, el trabajo desempeñado ha variado con los años, con actividades vinculadas a lucha contra el furtivismo de pollos de pardela, sensibilización e información a turistas, limpieza de costas y fondos, censo de invertebrados, plantas endémicas e invasoras y aves.  En esta última campaña, que se llevó a cabo durante 2 meses y medio, participaron 50 voluntarios dentro del Programa de Voluntariado del Organismo Autónomo de Parques Nacionales (OAPN) en la isla de La Graciosa. “Se retiraron de sus costas 500 kilos de plásticos y 5.000 kilos de escombros, e informamos y sensibilizamos medioambientalmente directamente a 5000 turistas”, concluye Rivera.