"El 10 de septiembre como cada jueves, salgo de mi casa para ir a entrenar a mi perro perdigero. Una vez en la calle Remo, me doy cuenta de que la calle Pedro Barba está cortada. Al bajarme del coche para ver a que se debía este corte, me tropiezo con un emparrillado cayéndome al suelo. Con la ayuda de un obrero, consigo levantarme y llamar a la Policía Municipal que se persona rápidamente, comunicándole al encargado de obra que el emparrillado supone un peligro donde está puesto y levanta un atestado de lo sucedido.
A medida que va transcurriendo el día, voy notando un dolor cada vez más intenso en la parte interior del muslo que se va hinchando progresivamente. Finalmente llego a mi casa con gran dificultad.
Al día siguiente, a primera hora, me dirijo al Centro Médico de Tías donde el Doctor, considerando que el hematoma reviste cierta gravedad, me remite a URGENCIAS del HOSPITAL GENERAL. Ingreso a las 13:11 horas y, después de ser atendido en triaje, me proporcionan una silla de ruedas y me mandan a una sala de espera donde estuve aproximadamente una hora para que me atendiese un médico, quien me indica que vuelva a la sala de espera, donde un enfermero me saca sangre, y que espere mientras vienen los resultados de la analítica. A las 16:50 horas, me dirijo al departamento de enfermería para pedir información y me comunican que están pendientes de los resultados de los análisis. Al poco, me llevan a otra sala, me empiezan a poner medicación y me hacen otra analítica. A las 19:14 horas, reciben notificación de la segunda analítica. Sin saber qué hacer, seguimos esperando. Al parecer se había pedido una ecografía y la visita del traumatólogo desde primera hora, pero como no aparecían, a esperar... A las 19:40 horas, llega el traumatólogo y nos dice que sin ecografía no se puede hacer nada, así que llaman a la ecógrafo que estaba de guardia localizada. Cuando el traumatólogo requiere sus servicios ésta contesta que no va a acudir al hospital porque no considera que sea una urgencia. Me trasladan al nivel 2 de urgencias y espero hasta las 21:00 horas sin que aparezca la persona encargada de la ecografía. Espere, por favor, hasta las 22:00 horas a ver si viene. "Venir tiene que venir, no sabemos exactamente cuándo".
Después de estar desde las 11:00 horas sin comer y con sólo dos vasos de agua, a las 23:00 horas decido irme a mi casa, si es preciso a morir en mi cama antes que estar allí soportando mentiras y sufriendo falta de atención. Dejo constancia de lo sucedido por escrito en la justificación de mi ausencia.
En URGENCIAS del HOSPITAL nadie te informa, los pacientes no ejercen su derecho y la mayoría del personal es corporativista. Falta de responsabilidad, de coordinación y, sobre todo, de buen trato con los enfermos. Los distintos departamentos no se llevan unos con otros. No saben que pinta el Director del Centro.
Mientras los responsables políticos ALARDEAN de sus obras y dedicación al PUEBLO ante la virgen de los DOLORES, en URGENCIAS del Hospital los enfermos son maltratados. ¡HAY QUE SER HIPÓCRITAS!"