Tras pasar días llamando al teléfono de la policía para renovar el DNI, finalmente consiguió cita para el pasado día 10 de marzo a las 18.30 horas. Según relata una lectora, llegó a comisaría poco antes de las 18.00 horas, y un policía le dijo que pasara y que esperara en la sala de espera.
"Va pasando el tiempo, atienden a la gente que va delante y pasa un señor con una documentación para los dos funcionarios que trabajan allí por la tarde. ¿Cuál es el problema? Que dice que tiene a alguien fuera que entra a trabajar a las 19.00 horas y que necesita renovarse el DNI", indica la lectora.
"La cosa no queda ahí. Este señor pasa, le hacen la renovación de él, a su mujer y a su hijo. Y yo con mi cita allí esperando sin que nadie se dignase a decirme nada", dice indignada.
"Señores, así va el país. Con amigos en todos sitios es imposible salir de todo esto. El otro venía sin cita, por ser amigo de, empezaba a trabajar a las 19.00 horas. Yo dejé a mi marido y a mi hijo esperando en el coche hasta las 19.30 horas, que me atendieron. Los amigos siempre tienen preferencia", lamenta.