Ya felicitamos el pasado sábado a todas las personas que han participado en que la celebración de la Fiesta de Los Dolores haya sido un éxito en muchos aspectos, desde los operarios del Cabildo a los del Ayuntamiento de Tinajo, desde ...
Ya felicitamos el pasado sábado a todas las personas que han participado en que la celebración de la Fiesta de Los Dolores haya sido un éxito en muchos aspectos, desde los operarios del Cabildo a los del Ayuntamiento de Tinajo, desde los policías locales a los guardias civiles, desde los encargados de la limpieza del municipio a los de la empresa que se encarga de la limpieza en toda la Isla, desde el primer responsable municipal hasta el último, desde la primera responsable insular hasta el último...
Ahora felicitamos a todos los que hicieron posible que la multitudinaria romería se desarrollara más o menos con la normalidad con la que se puede desarrollar un acontecimiento en el que participan miles de personas y que, no lo olvidemos nunca, tiene una honda raíz religiosa en la que cree mucha gente, no toda la que participa pero sí una importante mayoría. No obstante, nos vemos en la obligación de dedicar el artículo editorial de hoy a destacar lo asombroso que le ha resultado a la mayoría de los que confiaron en la campaña publicitaria del Cabildo las muchas deficiencias que se registraron en el servicio de guaguas que en teoría se puso para disminuir el riesgo de accidentes de tráfico y para atender a toda la gente que no tiene vehículo propio.
Miles de personas como se pudo comprobar. Con notable sensatez, se consiguió convencer a muchos romeros de que era mejor dejar el coche aparcado en casa porque se iba a poner el transporte público adecuado y preciso para que todo el mundo se desplazara sin problema. Ni "adecuado" ni "preciso". Más bien todo lo contrario.
Son centenares las personas que han llamado a la redacción de este periódico y a la redacción de Radio Lanzarote para quejarse de lo que se convirtió en un absoluto caos, en una batalla campal por conseguir un asiento y en un estrés absolutamente prescindible que se podría haber ahorrado a personas que lo único que querían era regresar a sus hogares después de haber disfrutado de la fiesta más importante de Lanzarote.
Está claro, al menos leyendo las declaraciones que publica hoy este diario de Inés Rojas, que en el Cabildo han tomado buena nota del asunto, y habrá que esperar que al año que viene, aunque es probable que ya no haya demasiada gente que confíe en la promesa, se establezca un servicio de guaguas en condiciones, en el que se emplee ese dicho del "más vale que sobre".
No está tan claro el asunto, eso sí, si atendemos a lo que el mismo Cabildo expresó en el comunicado de prensa que remitieron desde su Gabinete a todos los medios, comunicado en el que, lejos de pedir disculpas o admitir una realidad que nadie se ha inventado, se limitan a valorar como "muy satisfactorio" el hecho de que fueran 1.045 personas las que utilizaron el servicio.
No estaría de más que en adelante exista algo más de coordinación a la hora de enviar este tipo de notas, porque mucho nos tememos que los ciudadanos no estarán nada de acuerdo con la segunda versión dada de unos hechos que sabemos que se produjeron como denuncian los afectados.