Aunque quizá nunca nos hayamos parado a pensarlo, la Autoridad Educativa dispone de un censo escolar centralizado que se actualiza diariamente, y en que se refleja con detalle nombre, edad, sexo, nacionalidad y domicilio del alumnado recién llegado a cualquier Centro escolar: Item más, la Autoridad Educativa debe estar también al corriente, por la propia entidad cultural que se arroga, de cómo la infancia de determinadas culturas y naciones (Marruecos, Gambia,
Senegal...) es mayoritariamente sometida por sus familias a distintos tipos de agresiones quirúrgicas en sus órganos genitales (hasta en las Enciclopedias más baratas se explica con objetiva frialdad). Es por
ello que la responsabilidad humana y política de esta instancia de la Administración es, evidentemente, crucial para garantizar el derecho constitucional de todos los menores a la integridad física.
A cada cual su calificación, que es la fecha. Los alambicados discursos teóricos sobre la solidaridad no pueden disimular que, hasta la fecha, no se haya emprendido ni una sola actuación oficial eficaz en contra del aberrante fenómeno social de la mutilación ritual de menores, de que son inexorables víctimas los hijos e hijas de determinadas comunidades inmigrantes. Si, en tema tan decisivo, la Autoridad Educativa, mal
ejemplo para los niños donde lo haya, no se compromete decidida y claramente en favor de la infancia, se está colocando, inevitablemente, del siniestro lado de los mutiladores. Quede pues, cuanto menos, pendiente para septiembre.
José Francisco Sánchez Beltrán