Jacob, Ástrid, Pedro y las lentejas

Sigfrid Soria
6 de diciembre de 2017 (17:45 CET)

Jacob cocinó unas lentejas y jugó con el hambre de Esaú, al que le ofreció un plato a cambio de su primogenitura.  El hambre es muy mala y Esaú aceptó el bastardo ofrecimiento de su hermano gemelo, no siendo consciente en ese momento de que la renuncia a la primogenitura le privaría de liderar posteriormente a su Pueblo.

Miles de años después, en la isla de Lanzarote se repite el esquema, pero con algunos matices diferenciadores.  Helos seguidamente.

Jacob quería liderar Israel y Astrid desea hacer lo propio en Arrecife.  Jacob se valió de la debilidad de su hermano gemelo y allanó su objetivo a futuro calmando puntualmente el hambre de Esaú.  Astrid intenta también allanar su objetivo de liderar Arrecife calmando puntualmente el hambre de Pedro.  Hasta este punto, el planteamiento es similar.  Sabemos el resultado bíblico en Tierras de Canaán pero, ¿cuál puede ser el desenlace en Tierras Conejeras?

Astrid está ofreciendo lentejas a Pedro, el cual va a saciar indudablemente su hambre, estando éste investigado judicialmente y próximo a que el juez señale fecha de juicio oral.  Esta situación procesal que pesa sobre el presidente del Cabildo debería bastar para que el Partido Popular no le diera a Pedro ni agua, políticamente hablando, tal y como han hecho y hacen el resto de Partidos políticos.  Al sinsentido anterior se añade otro, que es lo incomprensible que resulta que el tantas veces humillado, manifestado por él mismo, Ángel Vázquez se preste ahora a apoyar a quien ha sido brutal objetivo de sus críticas políticas y personales y por quien ha sufrido humillaciones, que no es otro que el que se va a comer las lentejas de Astrid.  Al final se comprueba que el portavoz del Partido Popular en el Cabildo tiene vocación de vejado pues le maltratan por todos sitios, por el PP que le empuja a la indignidad y por CC que se aprovecha de su ingenuidad, por Astrid y por Pedro.

Por si fuera poco todo lo expuesto, mientras Jacob sacó rédito del ofrecimiento que le hizo a su hermano, lo más probable es que Astrid no consiga rédito de sus lentejas a Pedro, o sea ser alcaldesa de Arrecife, con lo que su potaje habría servido para afianzar a un investigado a punto de ir a juicio por delitos contra la administración pública y por coacciones y para hacer, sin lugar a dudas, un inmenso ridículo.  Conste que ni consiguiendo Ástrid ser alcaldesa justificaría las lentejas a Pedro, porque ni en política ni en la vida vale todo.

Pero lo peor no es el ridículo que pueda hacer Astrid, lo peor es que en mayo de 2019 hay unas elecciones autonómicas y a quienes votaremos al Partido Popular no nos gustan los ridículos ni los bochornos, y las forzadas e inútiles ambiciones egocéntricas, menos.

Por cierto, las lentejas con chorizo son un manjar.

Por Sigfrid Soria del Castillo

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