Las corridas de toros han de volver a Cataluña, ¡YA!

Sigfrid Soria
23 de octubre de 2017 (18:09 CET)

La bastarda, hipócrita y anti españolista defensa de los toros de quienes en Cataluña se declaran en contra de la Fiesta Nacional de España y promovieron la prohibición de la tauromaquia en esa Comunidad Autónoma española, ha de tener sus días contados.

Antes de justificar esta premisa, hago tres consideraciones previas.  La primera, es que las corridas de toros tuvieron entusiastas como Francisco Maciá y Luis Companys (presidiendo en la foto una corrida de toros), los cuales no fueron precisamente sospechosos de ser patriotas españoles, aunque seguramente tenían más respeto por el arte catalán y español que los ignorantes independentistas del siglo XXI.  La segunda consideración es que, mientras el independentismo exigía la prohibición de las corridas de toros, blindaba a los correbous, de lo que se concluye que a los independentistas nada les importan los toros y mucho les importa rechazar todo lo que tenga esencia de España.

 Y la tercera consideración es que es imposible hablar de Historia de la tauromaquia sin hablar de Cataluña, como parte esencial de España.  De hecho, antes de que en Andalucía se celebrasen corridas de toros, ya se celebraban en Cataluña (desde hace más de 500 años), Vascongadas y el sur de Francia.  Pero concretamente Barcelona fue durante muchísimos años el epicentro mundial de la tauromaquia, llegando a tener activas hasta tres plazas de toros en las que tenían lugar corridas con carteles de primera fila.  Por tanto, quienes dan la espalda a las corridas de toros con el objetivo de dar la espalda a España, niegan la propia realidad histórica de Cataluña.

Volviendo a la premisa inicial, es necesario inicialmente recordar la descarada y constante desobediencia en la que se han instalado los líderes independentistas en los últimos años, y la hábil capacidad de engañar a sus ignorantes seguidores.  Esto ha ocurrido en todas las materias: en educación, con su brutal adoctrinamiento deformador de la Historia, en política exterior, con su despliegue de "embajadas", en los discriminatorios y agraviantes criterios lingüísticos para acceder a la función pública autonómica…, por referirme solo a algunos de los numerosos casos flagrantes de desobediencia a los dictados legales y judiciales del país al que pertenece Cataluña, o sea España.

Concretando, el Tribunal Constitucional anuló la Ley aprobada por el Parlamento de Cataluña que prohíbe las corridas de toros en esa Comunidad Autónoma, la ley 20/2010 aprobada por el Parlamento catalán en julio de 2010 y que entró en vigor el 1 de enero de 2012

Según el Poder Ejecutivo de España, la aplicación del artículo 155 de la Constitución española se hace para "restaurar la legalidad".  Desde que el 20 de octubre de 2016 el Tribunal Constitucional sentenció en el sentido que sentenció, en Cataluña se pueden celebrar corridas de toros por ser éstas Patrimonio Cultural Inmaterial de España.  Ergo, permítase en Cataluña la reanudación de corridas de toros en esta nueva senda de recuperación de la democracia.

Por tanto y para finalizar, en Cataluña ya podemos disfrutar de corridas de toros tanto como de los espectáculos correbous.  A ver si nos vamos enterando de que la Ley ha de cumplirse y de que Cataluña es España.

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