Señor Zapatero: conductor suicida

Por Emilio Cobos Señor Zapatero, reúne usted dos grandes virtudes para llegar a ser Presidente del Gobierno: estar en el momento y lugar apropiado y cumplir con la máxima de que cualquiera puede llegar a ser Presidente si se lo propone y tiene la ...

23 de septiembre de 2010 (20:03 CET)
Por Emilio Cobos
Señor Zapatero, reúne usted dos grandes virtudes para llegar a ser Presidente del Gobierno: estar en el momento y lugar apropiado y cumplir con la máxima de que cualquiera puede llegar a ser Presidente si se lo propone y tiene la ...

Señor Zapatero, reúne usted dos grandes virtudes para llegar a ser Presidente del Gobierno: estar en el momento y lugar apropiado y cumplir con la máxima de que cualquiera puede llegar a ser Presidente si se lo propone y tiene la osadía y el atrevimiento derivado de su ignorancia. Por desgracia, estas coincidencias en su persona las estamos pagando todos los españoles en forma de inseguridad económica en el presente, incertidumbre en el futuro, y merma general de condiciones generales de vida.

Con respecto al momento y lugar, es vox populi, cómo, sorprendentemente por no decir misteriosamente, resultó usted elegido secretario general del PSOE en el año 2000, siendo el candidato con menos opciones a priori y debido, sencillamente, a la rivalidad entre las distintas familias socialistas.

Hay que reconocer su mérito como jefe de la oposición. Quizás nunca debió dejar de serlo. Durante la época del señor Aznar, gracias a su famoso buen talante y a su postura inteligente de apoyo al Gobierno en cuestiones de Estado, como la lucha contra el terrorismo, pronto se granjeó la simpatía de una amplia base social, entre la cual me incluyo, que sobre todo detestábamos el discurso frentista e incendiario del señor Aznar, que ya gobernaba investido de su particular arrogancia y soberbia, reflejada en la famosa foto de las Azores y la declaración de guerra e invasión de Iraq, rechazada por la mayoría de los españoles.

Todos asistimos impotentes y con rabia contenida a los tristes atentados de Madrid el 11 de marzo del año electoral 2004, que segó la vida de tantos inocentes y truncó definitivamente la de tantos más y supuso un cambio en los previsibles resultados electorales y su llegada inesperada a la Presidencia del Gobierno. De aceptable jefe de la oposición pasó usted a inesperado jefe de gobierno y sin apenas tiempo para asumirlo, inició una carrera de despropósitos continuos, que nos han conducido a la situación actual de pesadumbre, inestabilidad y estancamiento.

Como primera acción estrella y propagandista, tomó usted la decisión de retirar nuestras tropas de Iraq, sin tan siquiera esperar que el señor Bono hubiese tomado posesión del Ministerio de Defensa. Señor Zapatero, usted debería saber que, en la vida en general y en la política en particular, las formas son importantes aunque el fondo pueda ser acertado. Aquello fue el primer ejemplo de improvisación e impulsividad que nos esperaba en su responsabilidad de Gobierno.

En el plano social y económico aprovechó usted la bonanza ficticia de las cuentas públicas. Cambió la Política por la Demoscopia y puso en marcha toda una batería de medidas que reuniesen la condición de que fuesen aceptadas por el 60 por ciento de la ciudadanía patria, entre ellas la Ley de Unión entre Homosexuales, Ley contra la Violencia de Género, ninguna de ellas discutible, aunque la segunda hay dudas sobre su discriminación en perjuicio del hombre.

En el terreno económico todas las medidas han sido electoralistas y han venido a debilitar la consolidación fiscal de nuestro Presupuesto del Estado, sin que ninguna de ellas pueda ser calificada como progresista, ya que tratan por igual al Presidente del Banco como al administrativo mileurista. Dejar constancia que la gran mayoría corresponden a la primera legislatura y antes de las elecciones generales de 2004, como el cheque bebé de 2.500 euros, deducción de 400 euros en el IRPF, la supresión del Impuesto del Patrimonio, y la Renta Básica de Emancipación a través de 250 euros en ayuda para el alquiler.

Prueba de su despropósito es que a fecha de hoy todas ellas están eliminadas, ó en estudio su restitución ó en el caso de la RBE, se está solicitando su devolución a aquellos que en 2008 superaron los 22.000 euros en ingresos declarados, con la oposición de las Comunidades Autónomas que son las responsables de su gestión, y es que se ha querido sustituir el espíritu emprendedor por el subsidio y la dependencia de Papá Estado al que pagamos en forma de votos al partido gobernante en las siguientes elecciones.

Otra medida estrella es la Ley de Dependencia, la cual resultando justa y necesaria, nació sin la dotación financiera adecuada y al quedar su gestión en manos de las Autonomías, está resultando ser otro motivo de la discriminación entre iguales en función de su lugar de residencia.

Con este falso ambiente festivo, concluyó su primera legislatura cuando ya se había desencadenado la crisis financiera en septiembre de 2007, que todos, menos usted y su Gobierno, teníamos asumido que nos afectaría y que ha causado los estragos reflejados en la tasa de paro del 20 por ciento y en el déficit público del 11 por ciento en 2009 y los traumáticos ajustes de 2010.

En su primer mandato ya quedó claro que era usted desconocedor de los principios elementales de la política económica y que además no quiso poner el más mínimo empeño en aprender, pues ante el ofrecimiento de instruirle mínimamente por parte del señor Jordi Sevilla, usted le correspondió apartándole de su Gobierno en la primera remodelación.

Posteriormente, el señor Solbes fue presionado para permanecer como responsable económico ante las elecciones generales de 2004, con objeto de darle credibilidad a su gestión económica y convertirlo en el mayor activo electoral. Al poco tiempo resultó evidente que el Ministro de Economía no compartía la mayoría de las decisiones de gasto propagandístico y que continuamente le estuviesen metiendo la mano en la Caja, que ya empezaba a no gozar de tanta fortaleza.

Esta realidad quedó perfectamente contrastada cuando abandonó el Gobierno. En recientes manifestaciones ha dejado perfectamente claro que ahora, cuando se han adoptado los ajustes impuestos por los mercados, las cosas se están haciendo como él proponía en su momento.

Victoriosos en las elecciones de 2008 y consumado el engaño electoral con la complicidad del señor Solbes, negando nuestra debilidad económica y la necesidad de adoptar medidas correctoras y estructurales que amortiguasen los efectos de la crisis, ha tenido usted la temeridad de conducir este autobús de dos pisos, llamado España, durante dos largos años en sentido contrario, ante el asombro y la perplejidad de todos aquellos que haciendo simple uso del sentido común hemos ido interpretando los datos macroeconómicos que evidenciaban los desequilibrios de nuestro país y los medios de comunicación han ido destilando con una cadencia de muerte anunciada.

No ha habido organismo internacional entendido en la materia como el FMI, BCE, OCDE ni nacional como el Banco de España, FUNCAS, y multitud de expertos que no se hayan manifestado y dado la voz de alarma sobre la situación crítica de nuestra economía, desequilibrio de nuestras cuentas públicas y necesidad de adoptar medidas urgentes y reformas estructurales.

Desde nuestra formación política, UPyD viene reclamando desde mayo del 2009, la necesidad de un Pacto de Estado que permitiese afrontar la situación y dar la necesaria estabilidad a nuestro país y detuviese el proceso de deterioro, sin que usted se moviese un milímetro de su postura inmovilista y suicida.

Y no contento con lo anterior, abrió otro frente que añadió más vulnerabilidad al equilibrio presupuestario y político de este desestructurado país, con la admisión del Estatut tal cual saliese del Parlamento Catalán y la dotación con 11.000 millones de eurosadicionales a la financiación para las Comunidades Autónomas, para contentar las exigencias financieras principalmente de esta Comunidad, a las que se apuntaron sin excepción el resto de Comunidades y que estaba pactada hasta 2012.

Las consecuencias políticas de la declaración de inconstitucionalidad en parte de dicho Estatuto, aún están por dilucidarse y el Gobierno ya está dando muestras de que está dispuesto a bordear la legalidad con tal de compensar los aspectos puestos en duda y como ejemplo ya está en estudio la modificación de la Ley del Poder Judicial para dotar a los Tribunales de las Comunidades de las competencias que el Constitucional ha denegado.

En el aspecto financiero ya se ha puesto de manifiesto la incongruencia de la nueva dotación, con la solicitud de devolución a las Comunidades de 25.000 millones correspondientes a la liquidación de 2008 al no alcanzarse las previsiones de ingresos en base a las cuales se hicieron las transferencias de fondos a las Comunidades.

Al mismo tiempo usted y su Gobierno han pasado de prometer el pleno empleo en las últimas elecciones a garantizar la plena cobertura del desempleo, y han repetido hasta la saciedad que garantizaban los derechos adquiridos tanto de los trabajadores como de funcionarios y pensionistas y su poder adquisitivo.

Esta lenta y tediosa agonía de 2 años y medio se ha materializado en el cierre de 1.000.000 de empresas, la pérdida de 3.000.000 de puestos de trabajo y otros tantos millones de expectativas truncadas y frustradas. Pero para usted y su gobierno, todo lo anterior, no eran motivos suficientes para rectificar sus políticas fundadas en una extraña ideología socialista de reparto equitativo de miseria y dependencia, de la que por supuesto quedan a salvo los grandes lobbys económicos y financieros que contribuyen al sostenimiento de su gobierno y a la financiación de los partidos políticos instalados en las diferentes parcelas de poder.

Ante su obcecación y ante el riesgo que la misma suponía para la estabilidad financiera de nuestro país y de la zona euro, tuvieron que ser el señor Obama y el Presidente Chino quienes, a modo de guardianes de un falso orden mundial, le llamasen a capítulo, inquiriéndole a detener su alocada carrera suicida y adoptar las medidas de ajuste más duras del periodo democrático, que traducidas en reducción del déficit público, se han materializado en congelación de las pensiones y reducción del sueldo de los funcionarios públicos con los consiguientes efectos directos sobre el consumo y que marchitaron los primeros brotes verdes que se apreciaban, acrecentando la posibilidad de un largo periodo de decrecimiento y estancamiento general.

Conjuntamente se ha afrontado una Reforma Laboral tardía y que ha impactado directamente sobre los logros sociales conseguidos durante años por los trabajadores y que está por ver los efectos de estímulo sobre un mercado laboral dependiente en gran medida de un vapuleado sector de PYMES.

Ambas actuaciones obligadas por la presión internacional han supuesto el inmediato incumplimiento de los grandes compromisos afanosamente defendidos y que eran la bandera de la actuación de su gobierno, y que están garantizados por nuestra Constitución y Leyes vigentes, con lo cual, ningún partido debería atribuirse los méritos de su prestación. Hablamos por supuesto de las pensiones, subsidio de desempleo, ley de dependencia, convenios colectivos, etc.

Con estos antecedentes como Presidente del Gobierno, durante el cual negó la evidencia, ha defendido sin rubor un posicionamiento y justo lo contrario, que parece no tener límites en cuanto a posibles concesiones para mantenerse en el poder, lo mejor que puede hacer es dejar su puesto cuanto antes y así lo opinan un 75 por ciento de los ciudadanos. Debe darnos la oportunidad de liberarnos de su impulsividad incontrolada.

Si usted hasta Mayo de 2010 se ha comportado como un conductor suicida, ¿quién nos garantiza que, obligado a reintegrarse en el sentido lógico de circulación, no sobrepasará los límites de velocidad, adelantará por la derecha o circulará por el arcén? En definitiva, usted no tiene la pericia ni la cualificación que le acredite para conducir este autobús de dos pisos. Lo suyo no da para más allá de una licencia municipal.

*Emilio Cobos, economista y miembro del Consejo Local de Las Palmas de Gran Canaria de Unión Progreso y Democracia en Canarias

LO MAS LEÍDO