Según el color

por VICTOR CORCOBA HERREROPara Zapatero y su corte de mandamases, avalado por coaliciones políticas perdedoras, hoy tenemos más libertad, más igualdad, más derechos sociales, más crecimiento económico. Más ...

11 de julio de 2005 (17:08 CET)

por VICTOR CORCOBA HERRERO

Para Zapatero y su corte de mandamases, avalado por coaliciones políticas perdedoras, hoy tenemos más libertad, más igualdad, más derechos sociales, más crecimiento económico. Más todo de todo, la liberación total. Claro. Una cosa es tener y otra muy distinta poseer; gozar del respeto de todos los derechos del ser humano, por el hecho de serlo, los que están ligados a su dimensión material y económica, y los que están ligados a la dimensión espiritual e interior de su existencia en este mundo.

Otras fuerzas contrarias a Zapatero, lo contradicen de plano. Así, para el principal líder de la oposición,Mariano Rajoy,el presidente del gobierno divide a la sociedad en vez de buscar el consenso. Por su parte, Izquierda Unida, tampoco se cree lo de los derechos sociales,y está dispuesta a presentar una moción en todos los ayuntamientos para aumentar de este modo el compromiso real de erradicar el chabolismo español. También los obispos advierten a los católicos de que es necesario oponerse a leyes injustas por todos los medios legítimos que el Estado de derecho pone a disposición de los ciudadanos, colaborando en el establecimiento de la justicia y abstenerse de toda complicidad con la injusticia. Por si fuera poco, algunos miembros activos del poder judicial se sienten hartos de ser descalificados, por el mero hecho de que no se compartan los razonamientos jurídicos empleados por éste.

La calle no va a ser menos y está como muy revuelta, llena de gente herida. Eso de controlar voces y posturas para tergiversar la realidad, politizarlo todo y amañar cebos, vincular y desvincular a personas por el mero hecho de discrepar, destituir labores que deben ser realizadas por profesionales formados al efecto, es una de las mayores siega de libertades que actualmente se produce, actitud que debería redimir todo poder que se precie de demócrata. En la misma línea, se observa un enjambre de trepas a los que sólo les mueve hacerse pudientes. Algunos han visto que la política hace millonarios y aspiran a profesionalizarse como vividores de la causa. De seguir aumentando las desigualdades, desavenencias y distancias, los barrios más pobres se convertirán en mendigos de los barrios más ricos. Tiempo al tiempo.

Ante lo cual, surge la pregunta del millón: ¿Excluir o abrazar?, esa es la cuestión. Aquí no hay quien viva; sí a los vivos se les pone bozal, se le niega el pan de las sílabas para poder abrirse a los demás, obviando su identidad, en un mundo al que hay que humanizar, armonizar y reorganizar; a toda pastilla, sin tanta pastilla televisiva, a no ser que se ponga en antena: Operación ética.

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