Decidir nos hace libres.Mujeres con derechos y dignidad

Saray  Rodríguez Arrocha
21 de enero de 2014 (21:31 CET)

Hay quienes se extrañan de que una mujer joven, que ha vivido en una sociedad formalmente igualitaria, donde a las mujeres se les reconocen iguales derechos que a los hombres, sienta la necesidad de seguir denunciando que no está conforme con los machismos que todavía hoy se siguen dando en nuestra sociedad.

Como bien decía Ana de Miguel en su ponencia del I Feminario celebrado en Lanzarote, tendemos a comparar la situación de la mujer actual con la de las mujeres de otras épocas.Objetivamente, y hablando con propiedad, gracias a la lucha feminista, hoy no soy considerada propiedad de mi padre  para después pasar a ser la de mi marido, ni necesito la autorizacion de un varón para abrir una cuenta bancaria, recibir mi salario por trabajar, o simplemente conducir.Todo esto es parte de una historia que ha pasado al olvido, ¿o no?.

Lamentablemente, me considero feminista porque soy protagonista de una igualdad que no es tal.No voy a compara mi situación con la de las mujeres de antaño, la voy a comparar con las de la otra parte de la humanidad, con mis compañeros de vida, los hombres.

Todavía somos estereotipadas desde nuestra más tierna infancia para que nosotras tengamos un papel en la vida predominantemente servil, mientras ellos deben ser los dirigentes.La presión sobre los géneros es tal, que el cambio de roles en las familias, donde las mujeres son las cabezas de familia y dedican mayores esfuerzos a lograrse una carrera profesional, es cuestionada por quienes las rodean y la sociedad en general.Que una mujer no se muestre sumisa a las imposiciones del sistema patriarcal, y no renuncie a su vida profesional para dedicar más empeño a su vida familiar, es motivo más que sufieciente para que todos los mecanismos del machismo de nuestra sociedad se activen y señalen a esa mujer como modelo de lo que no debe ser.

Los últimos acontecimientos, no hacen más que reforzar mi idea de que el feminismo debe seguir denunciando que todavía hoy las mujeres estamos sometidas a los patrones del patriarcado, y que nuestros derechos y libertades todavía no son ejercidos en igualdad de condiciones.Hoy más que nunca me siento denigrada como persona.Hoy más que nunca siento que haber nacido con el sexo femenino es objeto de sumisión y sometimiento sobre lo que otros quieren que haga sobre mi cuerpo y mi vida. Hoy más que nunca me siento menos que un hombre, me siento sin liberta, me siento humillada y ultrajada. 

Jamás había sido tan evidente el concepto que de las mujeres tiene el machismo, simples recipientes de semen que deben engendrar porque las mujeres, no tenemos ni autonomía, ni moral, nicapacidad de raciocinio suficiente como para llegar a la conclusión y decidir, que por nuestro bien, una maternidad forzada es la peor de las opciones. 

Una vez más, se pretende atacar a la dignidad de la mujer haciendo del sometimiento, ley.No permitiré que nadie se crea con mejores argumentos que yo para saber lo que quiero y debo hacer, invoque moralidades, conceptos biológicos, dictados del señor y excusas varias para imponerme sus adoctrinamientos y hacerme sentir que me debo a todo, menos a mí misma.

Para los que pretendan llamarme asesaina por reivindicar mi derecho a decidir sobre mi propio cuerpo, les vuelvo a reiterar que por el hecho de ser mujer mi capacidad de raciocinio no se ha visto mermada, podemos tomar decisiones aceptando sus consecuencias y tenemos la conciencia suficiente como para comprender que se pretende coaccionar nuestra autonomía y libertad, y no defender la vida.

Todo esto es más sencillo, simplemente tiene  miedo a reconocer que las mujeres queremos, podemos y exigimos ser libres y seguiremos defendiendo nuestro derecho a decidir por nosotras mismas, sin que nos coaccionen utilizando moralidades ajenas a nuestro propio bienestra y mutilando nuestra dignidad

 

SARAY RODRÍGUEZ SUÁREZ (MIEMBRA DE TIEMAR, ASOCIACIÓN RURAL DE MUJERES).

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