"Yo vengo de todas partes
y hacia todas partes voy."
José Martí.
Los orígenes de las tradicionales rutas ganaderas podrían remontarse hasta finales del periodo paleolítico si nos atuviéramos a las primeras migraciones de la fauna española. Cuando los hombres se iniciaron en la ganadería, esas viejas rutas migratoriasfueron utilizadas para el desplazamiento del ganado.
Desde 1273, año en que el rey Alfonso X El Sabio creó el Honrado Concejo de la Mesta, los derechos de paso concedidos a esta asociación fueron creando una auténtica red de vías pecuarias, que como una tela de araña, comunica prácticamente toda la Península Ibérica.
Además de su función ganadera tradicional, estas cañadas (y sus ramales menores denominados cordeles, veredas, coladas, descansaderos...) constituyen vitales rutas faunísticas que intercomunican parques, reservas y espacios naturales, evitando el aislamiento genético de las especiesy haciendo posible el sueño de un uso colectivo y ecoturístico de envidiables proporciones.
Esta enorme red de comunicaciones alcanza la cifra de 125.000 kilómetros de longitud y comprende una superficie de 420.925 hectáreas de dominio público, lo que supone cerca del 1por ciento de la superficiepeninsular. La milenaria red española de vías pecuarias (un complejo entramado de amplios caminos verdes 15 veces más extenso que la red ferroviaria) serpentea a través de la piel de toro atravesando un mínimo de 40 provincias en un sentido predominante Norte-Sur.
Andalucía es la primera Comunidad Autónoma en cuanto a longitud (30.915 Km) y superficie (112.664 ha) de sus vías pecuarias, y la extensión de las mismas equivale al 2,3 por ciento del total de la superficie andaluza. Por su parte, Sevilla es la provincia española que cuenta con una mayor longitud vías pecuarias (6.009 Km), y también la de mayor extensión (25.594 ha). Mientras que Cádiz, con una longitud de la red de vías pecuarias de 4.142 Km y una superficie de 19.025 ha, sobresale entre todas las provincias españolas por la mayor densidad de su red, que supone el 2,6 por ciento de la superficie gaditana.
En muchas zonas del país puede constatarse que no quedan vías pecuarias expeditas, todas están ocupadas parcialmente, algunas cortadas y muchas desaparecidas en su totalidad. En Andalucía, se estima que un 75 por ciento de la superficie de la red de vías pecuarias se haya ocupada ilegalmente. Él latifundio ha sido catastrófico para las vías pecuarias.
Las primeras acciones de defensa de este patrimonio de todos los españoles tuvieron lugar en Jerez (1786), debido a las usurpaciones que sufrieron varias cañadas, Moscatel, Mora, Vargas..., por los grandes propietarios de las tierras colindantes. En el año 1836 fue abolido definitivamente el Concejo de la Mesta y las usurpaciones afectaron prácticamente a todas las cañadas. Tampoco las leyes han favorecido mucho la protección de este patrimonio y las Administraciones responsables han mantenido históricamente una actitud de consentimiento y permisividad ante la progresiva usurpación de la red de vías pecuarias.
Pero después de tantos años, más bien siglos, de abandono parece que a partir de las reivindicacionesde las dos últimas décadas, se pretende restituir el carácter público a nuestra gran ruta verde.
Recuperar y conservar este patrimonio público no es un capricho, sino una necesidad. La recuperación de nuestra gran ruta verde permitirá la interconexión ecológica de unos 150 espacios naturales inventariados entre los Pirineos y la cornisa cantábrica y el estrecho de Gibraltar. Y ,además,es también una forma de recuperar y aprovechar los componentes culturales que en torno a las vías pecuarias se han ido desarrollando desde sus orígenes. Y como dijo el poeta: "Quiero ir por allí / quiero ir por allá. / A la mar, por allí, / a mi hogar, por allá ".
Francisco Arias Solis