Quien tiene un amigo (político) tiene un tesoro

Isabel Lusarreta
23 de noviembre de 2014 (19:21 CET)

Entre tantos escándalos de corrupción y desfachatez que están saltando ya no en Lanzarote, sino en toda Canarias y en toda España, el ciudadano puede acabar haciéndose una idea equivocada de nuestros políticos. Puede caer en el error de pensar que la mayoría es gente sin escrúpulos, sin vergüenza y sin valores. Y a lo mejor en las dos primeras valoraciones aciertan, pero en la tercera, no. Y es que al menos un valor sí lo tienen muy presente: el de la amistad.

Ya sabemos que "quien tiene un amigo, tiene un tesoro" y, si ese amigo es político, el tesoro es doble. Un enchufe por aquí, una subvención por allí, un contratito menor… En fin, minucias. Qué menos se puede hacer por un amigo, que seguro que también está ahí cuando se le necesita para otras cosas (sean las que sean).

Sin embargo, parece que muchos jueces y fiscales se han empeñado ahora en hacerles la vida imposible a pobres políticos que se preocupan y trabajan "por sus vecinos". O al menos, por algunos. "¡Hasta dónde vamos a llegar!", si ya no se puede ni colocar a amigos y parientes en las instituciones, o si ya no se pueden acomodar las bases de una subvención para hacer feliz a una persona cercana.

Igual esa persona no necesitaba el dinero. Igual hay cientos o miles de personas que sí están en situaciones reales de emergencia social. Personas que de verdad necesitan el dinero para sobrevivir, y a las que las instituciones dejan abandonadas a su suerte, pero… ¿qué es eso frente al gran valor de la amistad?

"Aguanta, Luis, sé fuerte". Esta frasecita se ha repetido hasta la saciedad para criticar a quien la pronunció, sin entender lo verdaderamente importante que encierran estas palabras. Sin entender el bonito mensaje de lealtad y apoyo en los momentos difíciles. Si es que hasta emociona pensar en ese político compungido y preocupado cuando ve las barbas de su amigo pelar. "Aguanta, sé fuerte". "Y por Dios no abras la boca ni cuentes lo que sabes del resto", podríamos agregar.

En Lanzarote y en Canarias, también hemos vivido escenas similares, tanto en los últimos años como en las últimas semanas. Y no ya con mensajes privados que trascienden, como sucedió con esa frase, sino con declaraciones públicas en los medios de comunicación. Y es que a los amigos no hay que darles la espalda… por si acaso.

"Si fuera por eso, estarían imputados todos los alcaldes", se ha podido escuchar en corrillos y círculos políticos canarios en estos días, al hablar del último imputado por lo que califican como "cuestiones menores". ¡Y es que hasta ahí podíamos llegar! ¿Se imaginan que se terminara con los enchufes, el trato de favor o los informes a la carta para contentar a los amigos desde la administración pública? ¿Se imaginan por ejemplo qué sería hoy de Lanzarote si durante décadas, el Cabildo y los ayuntamientos no se hubieran dedicado a beneficiar a unos a costa del resto?

Vale, igual las administraciones no habrían quedado al borde de la quiebra. Igual no se habrían privatizado empresas públicas estratégicas. Igual se hubieran realizado inversiones necesarias, en lugar de tener infraestructuras tercermundistas, como hemos tenido que ver por ejemplo estos días. Igual las miserias de la isla no habrían vuelto a salir por las alcantarillas para llenar de materia fecal, cucarachas y ratas las casas de los vecinos que no tienen amigos políticos. Pero, ¿y el sagrado valor de la amistad? ¿Y la fortuna que han hecho algunos gracias a este sistema, que algunos jueces y fiscales desalmados se empeñan en romper en pedazos?

Definitivamente, algo ha pasado y la Justicia ya no respeta nada. Por eso, muchos políticos han tenido que salir públicamente a poner las cosas en su sitio. Y así, nos han deleitado con sus profundos conocimientos sobre derecho penal, civil, administrativo y hasta planetario. Porque ellos, la mayoría además sin estudios conocidos, saben de todo. 

Salvo cuando van a un juzgado como imputados, eso sí. Ahí, casi todos se declaran pobres ignorantes que se limitan a firmar lo que les ponen delante, y que solo hacen lo que les dicen los técnicos. Los técnicos que les interesa escuchar, claro está, porque ésa es otra. Al mejor estilo de Groucho Marx ("estos son mis principios, si no te gustan tengo otros"), también hay políticos que tienen unos informes y si no les gustan, tienen otros. E incluso mandan esos ‘contrainformes’ a un Juzgado, aunque no se los haya pedido. Qué menos para seguir con "La vie en rose" que tantas alegrías ha dado a algunos en esta isla.

A la luz de lo que estamos viendo en los últimos meses en toda España, que cada día nos sorprende con un nuevo escándalo de corrupción, desde luego podemos concluir que Lanzarote y Canarias no tienen la exclusiva en esta materia. La diferencia es que aquí, y eso hay también que destacarlo y ponerlo en valor, nuestros políticos son mucho más leales. Y es que mientras en el resto del país los partidos empiezan a tomar distancia de los que caen, por estas tierras sigue vivo el valor de la amistad.

Por aquí, el "aguanta, sé fuerte" se entona en público. Y (aparcando ya la ironía) eso es lo más preocupante. Porque una cosa es defender la presunción de inocencia, que por supuesto asiste a todo imputado, y otra muy distinta haber perdido tanto el norte que ya ni se distingue lo que es delito de lo que no. Una cosa es decir "fulanito" no ha hecho eso, y otra muy distinta (y mucho más inquietante) es decir que "eso", es "una minucia". Porque con esa mentalidad, sin ser conscientes de que muchos pocos hacen tanto o más daño que un mucho, seguiremos exactamente donde estamos. Con la "materia fecal" hasta el cuello.

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