Sí, soy negro

Pedro González Cánovas
28 de julio de 2015 (13:56 CET)

Soy negro: y eso no es fácil en Canarias. Yo soy negro desde pequeñito y no puedo evitarlo. Antes me parecía que los blancos eran distintos, pero me han obligado a asumir que el distinto soy yo, a pesar de haber nacido aquí igual que tanta gente multicolor.

No se trata de tener un gusto musical distinto o no ser felicitado, cuando me esfuerzo bailando, por suponerse un no sé qué genético que se asocia al ritmo. Yo tengo que practicar como cualquiera para alcanzar un buen nivel de baile, aunque alguno no lo crea.

Además soy un currante. Con casi treinta años cotizados en las espaldas y el mismo derecho que cualquiera a lesionarme, a estar de baja, no dejo por ello de ser negro. Todo el tiempo. Y eso no me convierte en un vago, un película, ni cualquier tipo de farsante o maleante. Sigo siendo el mismo negro currante de siempre pero, como soy de carne y hueso, tengo límites y puedo romperme, como cualquier hijo de cristiano: como cualquier trabajador o trabajadora de este planeta.

Y aún de baja, mal herido por el desgaste, sigo sin ser de color ni morenito ni coña alguna. Sigo siendo el mismo negro que nació y se crio en esta tierra, aguantando miradas extrañas y casi miedo, todo el tiempo, de personas que ni en sueños admiten la diversidad y que, cuando hablan de igualdad, no se aclaran ni ellas.

Aun así, el que escribe es canario y es negro. No por gusto, sino porque no me queda otro remedio. La misma opción que les queda al resto, que tampoco pueden cambiar eso. 

Hay cosas que no se curan y hay cosas que sí. Por lo que espero que a mi sociedad, a la canaria, se le cure más pronto que tarde cualquier ánimo de discriminación y creación extraordinaria de víctimas sociales. Porque yo tengo menos culpa que ellos y mejores sentimientos. Seguro. Aunque sea negro.

 

*Pedro González Cánovas, miembro de Alternativa Nacionalista Canaria.

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