Sigo sin entender esta guerra, este horror de matanza de tantos inocentes, sigo sin comprender por qué no hay un diálogo, un entendimiento por ambas partes, por qué tanta destrucción, donde la desolación, las lágrimas y el desánimo reinan en un entorno de terror, donde todo es muerte y destrucción. Sigo y seguiré diciendo mientras viva ¡No a la guerra! ¡Si al estandarte de la Paz en la cima de la montaña, la Paz!
No entiendo ni comprendo esta guerra donde cada día mueren tantas personas, arrasan con misiles ciudades, pueblos... No comprendo esta guerra entre Israel y el Líbano. ¿Cómo puede el ser humano albergar tanto odio, tanta venganza para actuar así? Nadie nos dará una respuesta. ¿Por qué la ONU no intervino antes de que se produjera esto? ¿Tal vez no pudo? No lo sabremos. ¿Qué intereses hay en todo esto?
Lo que si sabemos es que se está produciendo una masacre donde mueren hombres, mujeres y niños que se preguntan ¿Por qué tenemos que morir? Una masacre donde los sentimientos no existen, sólo la barbarie de una conquista de una tierra de nadie, donde más tarde o más temprano todos se van, dejando una estela de muertes e injusticias de personas ajenas a intereses políticos que han venido a este mundo a vivir, no a morir por orden de...
La Paz no se encuentra en esa lucha encarnizada, en esa destrucción masiva, esto sólo genera odio entre las naciones. La Paz se encuentra en el diálogo con paciencia y un entendimiento por ambas partes.
Por eso siempre diré ¡No a la guerra! ¡Si a la Paz!
Alicia Morilla Cantero