El Gobierno, al servicio de Repsol

Narvay Quintero
21 de noviembre de 2014 (16:08 CET)

Si usted es propietario de una empresa privada y desea garantizar su protección solo tiene una opción: contratar a un servicio de seguridad. Un servicio por el que tendrá que pagar de su bolsillo. Esta obviedad no siempre es así. La multinacional petrolera Repsol recurrió esta semana al Ministerio de Defensa para que la Armada custodiase el buque que ha contratado, con bandera de las islas Marshall, para la realización de los sondeos petrolíferos a escasas millas de las costas de las islas de Lanzarote y Fuerteventura.

Todos a una. El Gobierno del Estado demuestra con sus decisiones que está al servicio de una multinacional cuyo capital mayoritario no es ni siquiera español. El Ministerio de Industria desbloqueó y autorizó el expediente, el de Medio Ambiente dio el visto bueno al informe de impacto ambiental, el de Defensa pone sus barcos a disposición de Repsol para escoltar a su flamante buque  y Fomento sanciona a Greenpeace por su protesta pacífica en alta mar.  Pero queda uno más, el Ministerio de Hacienda, que en los Presupuestos de 2015 ha introducido una rebaja del impuesto de sociedades en 20 puntos, del 35 al 15 por ciento, que va a suponer para Repsol un ahorro de anual de unos 370 millones de euros.

El Partido Popular está más cerca de las multinacionales que de las personas. Lo demostró con su generoso rescate de las entidades bancarias, cuya millonaria factura ya estamos pagando los ciudadanos, y lo ratifica en la inmensa mayoría de sus decisiones fiscales y económicas. Es lo que ocurre cuando se ficha como ministro de Economía a un antiguo directivo de LehmanBrothers, como Secretario de Energía a un antiguo empleado de Repsol o a un ministro de Medio Ambiente (hoy, comisario de Cambio Climático) con acciones en varias petroleras.

La desproporcionada actuaciónde una embarcación de la Armada española contra un bote de Greenpeace, que solo pretendía escenificar su oposición a las prospecciones junto al buque "Rowan Renaissance", es uno de los ejemplos más gráficos sobre hasta dónde está dispuesto a llegar el Gobierno para proteger lo que ellos denominan "intereses nacionales". ¿A qué intereses se refiere el Gobierno? ¿A los de una multinacional petrolera con más capital extranjero que español? ¿Es que acaso el petróleo que se extraiga, en el caso de que haya, va a ser entregado al Estado o será propiedad exclusiva de Repsol?

Esta semana hemos solicitado la comparecencia urgente del ministro de Defensa. Las explicaciones que ofreció esta semana en el Congreso no solo fue un ejercicio más de soberbia sino un insulto a la inteligencia de todos los ciudadanos. Forges publicó recientemente una viñeta en el diario El País, en la que respondía a un editorial de su propio periódico, en la que lamentaba que muchas veces se confundiese patria con petrolera. Y eso mismo es lo que le ocurrió esta semana al ministro de Defensa.

Muchas son las preguntas que tendrá que aclarar Pedro Morenés: ¿Por qué custodia la Armada a un buque con bandera de las islas Marshall? ¿Cuál es el dispositivo de vigilancia que ha autorizado el Ministerio de Defensa? ¿Por qué ha recurrido el Gobierno a la Armada y no a la Guardia Civil del Mar? ¿Cuál es el coste que tendrá el servicio de escolta? ¿Qué entiende el Gobierno por "intereses nacionales"? ¿Solicitará el Ministerio de Defensa a la multinacional Repsol que abone los costes correspondientes a la custodia del buque "Rowan Renaissance"? ¿Ha abierto una investigación el Ministerio de Defensa para esclarecer los hechos registrados el pasado día 14 de noviembre tras la embestida de un bote de Greenpeace por parte de embarcaciones de la Armada, que provocó la caída al mar de una de las activistas? ¿Por qué acusa de piratas a quienes tan solo querían realizar una protesta pacífica? ¿Por qué la Dirección General Mercante ha sancionado y retenido el barco de Greenpeace en el puerto de Arrecife?

Narvay Quintero Castañeda, senador por la isla de El Hierro

 

 

 

 

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