Parece ser que llega el fresquito este fin de semana. Ya saben, a sacar toda la infraestructura de lana, las bufandas, gorros y pasamontañas, estufas, los cubitos de hielo del congelador...muy especialmente las cadenas para todos aquellos que van transitar con el coche por puertos de montaña o con Rottwailer por cualquier lado. Además este año se adelanta y parece que va a coincidir con el Día Mundial de la Lata de Mejillones en Aceite, que esta vez cae en viernes y se celebra por todo lo alto en la ciudad de Katmandú (Nepal) (lo más alto que han podido), llega, como digo, un mes antes de que entre oficialmente el invierno, es decir, con papeles, documentación, visado, y todo en regla, dado que es ilegal, extraoficial, sin papeles...es potencialmente más peligroso, menos fiable, más oscuro y seguro que viene a robar...a robarnos algún resfriado.
El invierno viene antes y con más fuerza así que ya pillaré yo a ese que habla del calentamiento del planeta...pero el que ha venido mucho antes ha sido el calvo del anuncio de la Lotería de Navidad que poco le ha faltado para salir en bañador. Supongo que eso de que todos juguemos a la lotería es bueno...porque siempre salen personas con aspecto de bondadosas, familias felices, ambiente navideño, fraternidad, ilusión, alegría, amigos, compartir, etc...por eso al que le toca el gordo siempre se borra del mapa y no lo ven nunca más...¿no es así?
Pues con tanta precocidad, que si llega antes el invierno, que si llega antes la Navidad, que si llega antes la Lotería...llegué antes al final.
David Sergio
