La visita del presidente (segunda parte, su reverso)

Si el artículo editorial de ayer iba dirigido a exaltar las numerosas bondades que tiene para Lanzarote la visita del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en la jornada de hoy debemos ser justos con nuestros ...

3 de agosto de 2005 (01:09 CET)

Si el artículo editorial de ayer iba dirigido a exaltar las numerosas bondades que tiene para Lanzarote la visita del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en la jornada de hoy debemos ser justos con nuestros ...

Si el artículo editorial de ayer iba dirigido a exaltar las numerosas bondades que tiene para Lanzarote la visita del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en la jornada de hoy debemos ser justos con nuestros lectores y con la población y hablar también de alguno de los principales pecadillos o pecados, del podríamos decir el reverso tenebroso del primer día de estancia entre nosotros. Es evidente que no siempre es oro todo lo que reluce.

En primer lugar, como siempre, y según nos cuentan nuestros compañeros que asistieron a la rueda de prensa que se dio por la tarde en el Cabildo, censurar la desorganización que hubo y la escasa o nula posibilidad que se dio a los medios canarios de profundizar en cuestiones que son de vital importancia para el Archipiélago en general y para las islas de Lanzarote y Fuerteventura en particular. Nos estamos refiriendo por supuesto a asuntos como la financiación autonómica, la gestión de puertos y aeropuertos, la inmigración irregular y las prospecciones petrolíferas. Estos dos últimos temas se tocaron de refilón después de que se les advirtiera a los medios de las Islas de que sólo se les permitiría hacer dos preguntas. No hubo tiempo siquiera para el consenso, y se tuvieron que hacer de cualquier manera, sin que por ejemplo conociéramos la opinión del presidente sobre un asunto tan controvertido como el planteado por Alternativa Ciudadana (AC-25M) sobre la incompatibilidad de la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, para implicarse en la tramitación del expediente de Repsol al ser un hermano suyo jefe de recursos humanos de la compañía petrolera. A los medios nacionales tampoco se les dio demasiado cuartelillo, aunque con sinceridad entendemos que pintaban bastante menos en una comparecencia en la que estaban autoridades canarias de la altura del presidente del Gobierno regional, Adán Martín, o del ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar.

Debemos aclarar, porque así nos lo ha pedido algún representante de Alternativa, que cuando en este diario hemos pedido que no se mezclen las cuestiones políticas con la visita del presidente del Gobierno no hemos querido sugerir que sus representantes, con el batallador Pedro Hernández a la cabeza, no se expresen con absoluta libertad. Lo que hemos dicho, para que le quede claro a todo el mundo y en especial a los enredadores, es que se piense también en lo importante que va a ser la imagen que demos en el exterior, nada más.

Tal vez tendremos que dedicar otro capítulo al resto de anécdotas negativas. Destacar sólo por poner un ejemplo el enfado del portavoz de Alternativa en el Ayuntamiento de Arrecife, Andrés Barreto, cuando los agentes de la Policía Nacional le exigieron el DNI. Parece exagerado teniendo en cuenta que la manifestación que hicieron era absolutamente pacífica y sólo buscaba llamar la atención sobre un problema que nos preocupa a todos, el de las prospecciones petrolíferas.

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