Según noticias publicadas en su diario en el día de ayer, puedo leer que
el Gobierno español ha sido expedientado por Bruselas por la ampliación
de competencias de la Comisión de Energía para estudiar la OPA de Eon a Endesa (investigado por intentar proteger los intereses estratégicos
españoles contra la libre competencia del mercado).
Sigo leyendo y me encuentro con que el Gobierno español advierte a
Bolivia de que "su decisión de nacionalizar los hidrocarburos tendrá
consecuencias negativas para la cooperación bilateral humanitaria y
política si se confirma que no deja margen para un arreglo soportable
para la empresa". Por otro lado, el Sr. Antoni Brufau, presidente de
REPSOL-YPF, "reclama seguridad jurídica para su empresa y considera la
decisión de la nacionalización, fuera de la norma y la lógica
empresarial que debe guiar las relaciones entre empresas y estados".
Un informe de Amnistía Internacional habla de una probable vinculación
de REPSOL-YPF con paramilitares en la región de Arauca, en Colombia.
Releo un dossier informativo de la campaña ContraJunta de Afectados de
la Repsol (http://repsolmata.info
se denuncia la muerte de una familia de pescadores en el pozo Surubí
"D", al ventear REPSOL-YPF, gas de forma ilegal en Bolivia. Y recuerdo
que además, REPSOL-YPF está siendo encausada por un posible delito de contrabando de crudo en la propia Bolivia, con dos directivos de la
misma en arresto domiciliario.
Leo en el diario Página/12 de Argentina que Bolivia es para REPSOL-YPF
el 1% de su beneficio neto.
Evo Morales ha sido elegido democráticamente. El 67% del pueblo
boliviano vive por debajo de la línea de pobreza, y le exige a su
presidente una solución.
Aprobar la ley de parejas homosexuales es una promesa electoral. Retirar las tropas de Irak es una promesa electoral. Nacionalizar los recursos petrolíferos en Bolivia también es una promesa electoral. ¿Qué las hace diferentes?
Para quien pueda pensar que REPSOL-YPF ayuda al desarrollo del pueblo
boliviano, le facilito un último dato, desde la entrada de Repsol-YPF en
1997 en Bolivia, el porcentaje de la población que vive en condiciones
de extrema pobreza ha pasado del 36,78% al 36,55%.
Jesús Carrión Rabasco
Observatorio de la Deuda en la Globalización