Esta semana la edición digital de este diario, www.lavozdelanzarote.com, plantea una encuesta ciertamente peliaguda: averiguar quién o quiénes son los responsables de que Lanzarote cuente con la segunda cesta de la compra más cara ...
Esta semana la edición digital de este diario, www.lavozdelanzarote.com, plantea una encuesta ciertamente peliaguda: averiguar quién o quiénes son los responsables de que Lanzarote cuente con la segunda cesta de la compra más cara del Archipiélago. De momento, sabemos que la mayoría de los lectores que están participando en el sondeo responsabilizan directamente a los empresarios, por no ser capaces de estrechar su margen de beneficios e imponer unos precios que resultan realmente abusivos en algunos casos. Sin embargo, se trata de un tema lo suficientemente complejo como para que se busque a un único responsable.
Cuando hablamos de la "cesta de la compra" lo hacemos de algo que es fundamental para nuestras vidas. La "cesta de la compra" no es ni más ni menos que todas aquellas cosas que cada familia compra para poder vivir, fundamentalmente los alimentos. Por eso no se explica que en un Estado de Derecho como se presume siempre que es en el que vivimos haya ciudadanos que con iguales o menores sueldos tengan que pagar la carne, el pescado, la leche o los huevos un veinte, treinta o cuarenta por ciento más caro.
Nos hemos cansado de decir que de momento se podría encontrar una solución rápida a parte del problema si de una vez por todas los políticos se dejaran de emplear la demagogia barata y se pusieran a trabajar en serio en Madrid, que es donde se tienen que resolver este tipo de problemas. Algo tan sencillo como habría sido instalar un Puesto de Inspección Fronteriza (PIF) que posibilitara el paso de los alimentos de forma directa por el puerto de Arrecife se ha convertido en una especie de quimera. Y es ahí donde radica el problema, en esa absurda doble insularidad que en pleno siglo XXI se nos aplica como un continuo mazazo para nuestros depauperados bolsillos. ¿Se imaginan lo que mejoraría la calidad de vida de los lanzaroteños si consiguiéramos al menos pagar las cosas al mismo precio que se pagan en Gran Canaria o Tenerife?
Da la sensación, insistiendo en que no parece ser éste un asunto tan difícil de arreglar, de que no hay voluntad real de que en las islas no capitalinas se consiga equilibrar el nivel de vida no ya con el resto del país, pero sí al menos con el conjunto del resto de las islas. Lo que cuesta transportar una lechuga desde la Península a Canarias tiene que tener un sobrecoste, eso es evidente, pero a ese sobrecoste no se le puede estar añadiendo constantemente otro sobre sobrecoste y otro más. Tiene que llegar un momento en el que esto se frene. Y para que eso ocurra se necesita voluntad política y ganas de resolver lo que para la gente de fuera no debe resultar ningún problema y para la gente de dentro es una auténtica tragedia. Que la gente llegue a fin de mes bastante ahogada está estrechamente ligada con esta cuestión. Además, se produce la terrible injusticia de que las familias más numerosas son las que más lo sufren. ¿Cuánto tiene que ganar un padre y una madre de Lanzarote para mantener a una familia de tres o cuatro hijos? Sí, mucho. ¿Hasta cuándo seguirá esto así?