En estos días, próximo a cumplirse el natalicio de Don José Molina Orosa,la "Academia de Ciencias e Ingenierías de Lanzarote" manifiesta una vez mas su exquisita sensibilidad con este ilustre lanzaroteño, conmemorando hoy, en este sencillo pero cariñoso acto, el 122 aniversario de su feliznacimiento, ocurrido en la mañana del 18 de diciembre de 1883.Gracias Sres. de la "Academia" por su ejemplarhomenaje.
No cabe duda, que nuestro ilustre paisano unía, a su innegable categoría científica y profesional, la cordial entrega a sus pacientes, que hacían de él"El Médico" de Lanzarote por excelencia. Don José se sentaba afectivamente,a cualquier hora del día o la noche, en la cama de "sus" enfermos, brindándoles su leal saber y entender, ¡que era mucho!, para aliviar el dolor y combatir la temible angustia que envuelveal enfermo. ¡Qué altísimoser humano!,Señoras y Señores.
Cuando Don José Molina Orosa comenzó a actuar como médico no estaba de moda ayudar a los pobres. Pudo haber apiñado, sin desprestigiarse en la conciencia social de su tiempo, la suma de muchas riquezas... Y no lo hizo. Don José luchó como un titán, de día y de noche, solo o casi solo, sin medios, operando y sanando a los lanzaroteños de toda clase de dolencias, sin pedir ¡nunca nada a cambio!.
También batalló como un rebelde durante años y años contra estúpidos y egoístas políticos, hasta que lo logró, por la instalación delHospital Insular de Lanzarote [inaugurado por el Caudillo en 1950],"para que sus enfermosfueran tratados con la dignidad humana y científica" que siempre, apasionada y honrosamente,deseó" .
He compartido conprofesionales de la medicina, que no conocieron en vida a D. José,anécdotas del insigne médico: y siempre me han dicho que los lanzaroteños hemos sido muy afortunados al haber tenido el honor de nacer en la isla D. José con el don especial de poseer "ojo clínico", que suele ocurrir pocas veces entre millones de seres.
Hace unos días, comentando este acto con un buen amigo llamado Nolo, me contó su particular anécdota con Don José: resulta que jugando a la piola [en aquella época lo hacíamos descalzos...]en un brinco se impulsócon tal fuerza que al aterrizar en el suelo se clavó profundamente en la planta del pie una astilla de madera, con tan mala fortuna que se le rompió dentro. Por supuesto, su madre, Doña Juana, de inmediato condujo a Nolo, que tenia 7 años, a la consulta de D. José, que, como uso y costumbre, rápidamente, procedió a curar al niño, blandiendo el bisturí. La madre, aterrada, suplicó al médico unsedante... para evitar el sufrimiento del niño: Don José dijo, Juana, hoy no tengo ni para operar...; y dirigiendosu jovial y serena mirada a Nolo, expresó: "no te preocupes mujer, que Nolo es un ¡hombretón! y no va a sufrir ni llorar". Y efectivamente, Nolo, inspirado por la apacible mirada y las alentadoras palabras del Doctor, si bien se estremeció y resistió el fuerte dolor cuando D. José le cortó para extraerle la fragmentada astilla de madera y le curó,aguantó valientemente sin rechistar... ¡como un hombretón!.
Creo, señoras y señores,que llegó el momento de que las Instituciones de Lanzarote: Ayuntamientos, Cabildo, Centros de Educación, etc., implanten un espacio cultural dedicado a profundizar en la vida y obra de los nobles hijos de Lanzarote, como Don José Molina Orosa, y otros célebres que han destacado en la vida social, cultural, científica, artística, laboral y profesional, no solo para rendirles el duradero homenaje que se merecen, sino para recopilar mediante simposios sus actividades y enseñanzas, y publicarlas para que sirvan de molde a las actuales y futuras generaciones.Gracias por su atención....
Emotivo Acto a celebrar hoy (ENTRADA LIBRE) día 16 de diciembre de 2005,a las 20.30 horas, en el "Arrecife Gran Hotel".
Fdo:Ramón Pérez Hernández