No es una novedad que faltan medios en el cuerpo de bomberos de Lanzarote, y en general en materia de seguridad y emergencias. Y tampoco son una novedad ni las promesas de corregir esta situación, ni los golpes de pecho que cada equis ...
No es una novedad que faltan medios en el cuerpo de bomberos de Lanzarote, y en general en materia de seguridad y emergencias. Y tampoco son una novedad ni las promesas de corregir esta situación, ni los golpes de pecho que cada equis tiempo, cuando la evidencia llama a la puerta, se dan nuestros representantes públicos, entonando un mea culpa por no haber hecho suficientemente bien los deberes en materias tan delicadas como éstas.
Pocas veces, muy pocas, coinciden el Grupo de Gobierno y la oposición en algo, y esta semana lo han hecho. Todos han coincidido en que el incendio desatado en una nave del barrio capitalino de Tenorio ha puesto de relieve las carencias humanas y materiales del cuerpo de bomberos. Un cuerpo de bomberos que tiene exactamente la misma plantilla que hace ocho años, y que por no tener no tiene ni una grúa ni un camión cisterna propios.
La grúa, se la tuvo que prestar una empresa privada. El camión cisterna, lo comparte con Parques y Jardines. Es decir, que una herramienta indispensable que puede llegar a evitar una catástrofe, pasa las mañanas regando las zonas verdes de calles y plazas.
Pero por más que sea "admirable" el rendimiento que las instituciones son capaces de sacarle al camión cisterna en cuestión, parece poco serio que los bomberos sólo puedan disponer de él por las tardes. O que en caso de necesitarlo una mañana, tengan que localizarlo e interrumpir el regado de macetas y plantas.
La cuestión es que por suerte, no es habitual que se registren incendios de importancia en esta isla, y por tanto no es una necesidad diaria, pero eso no hace que no sea indispensable tener todos los recursos para cuando sean necesarios. De hecho, para eso están los servicios de seguridad y emergencias: para las emergencias.
De tan obvio parece hasta ridículo subrayarlo, pero lo cierto es que nuestros políticos parecen no tenerlo tan claro. O mejor dicho, solo lo tienen claro cuando la necesidad llama a la puerta, y los ciudadanos piden explicaciones y se preguntan cómo puede ser que no haya medios para controlar un incendio que, afortunadamente y pese a que la nave de Tenorio quedó reducida a cenizas, no revestía mayor gravedad.
No había personas que rescatar, se produjo en una zona sólo rodeada por otras naves y el acceso era sencillo, en comparación con lo que podía haber sido si el incendio se produce en alguna calle del centro de Arrecife, pero aún así, el propio Gestor de Recursos de Seguridad, Emergencias y Bomberos reconoce que tardaron más de lo debido en controlar las llamas, porque no contaban con todos los medios necesarios.
Y la respuesta del Cabildo, de los que son y de los que fueron Grupo de Gobierno, está en darse golpes de pecho. Pero ni las llamas se apagan con golpes de pecho, ni las emergencias se resuelven admitiendo culpas.
El gestor de Recursos, Isidro Blanco, dice también que el material de seguridad y emergencias vale "muchísimo dinero". Pero lo peor no es que sea caro, es que además es una inversión que no "luce". Al gobernante de turno sólo le da para la foto de rigor presentado el camión, la grúa o la cisterna, y poco más. Y por suerte, en este caso para todos, la mayor parte del año no se nota si está o si no está. Hasta que se necesita. Y esta semana se han necesitado, y podría necesitarse incluso mucho más si realmente hubiera que afrontar una tragedia mayor.
Pero parece que a veces no basta con verle las orejas al lobo. Parece que se está esperando a que el lobo aparezca de cuerpo entero y que no sólo nos eche el aliento, sino que hasta nos deje una imborrable huella con sus colmillos. Y esa huella si que no habrá golpe de pecho que la borre, ni ciudadano de esta isla que la perdone. O al menos no debería hacerlo.
El lobo está ahí, y ya asomó en diciembre, esa vez en forma de tormenta tropical huracanada. Desde entonces se viene escuchando cómo unos asumen culpas, cómo otros se olvidan de que también en su día tuvieron oportunidad de resolverlo... pero en definitiva, el lobo sigue ahí y seguimos sin estar preparados.
Y no sólo eso. También mantenemos zonas en la ilegalidad, como es el caso de la nave incendiada en Tenorio. Desde el Ayuntamiento de Arrecife admiten que más del 70 por ciento de las naves de esa zona son actualmente ilegales. En esto también "se está trabajando" según el Consistorio, pero de momento, los bomberos tuvieron que afrontar este incendio sin tener una boca de agua cerca. Porque como no es legal, no tiene los elementos básicos de un área urbanizada, aunque allí haya naves llenas de muebles o de coches del potrero municipal. Sencillamente, increíble.