Miembras

22 de diciembre de 2017 (10:28 CET)

Soy mujer y no me gusta que hablen en mi nombre para defender intereses partidistas.

Soy mujer y no me ofende el cuerpo humano, ni de hombres ni de mujeres.

Soy mujer y me relaciono con naturalidad con el sexo.

Me gusta el neutro de miembro, parlamento, gente y persona. No me gusta el patriarcado ni el matriarcado, me gustan algunas personas y no me gustan algunas personas.

Soy mujer y no permito que me manipulen, ni hombres, ni mujeres. Puedo distinguir el machismo y la violencia de género del oportunismo político.

Soy mujer y sé cómo protegerme sin poner a mi familia de escudo, no necesito hacerme valer representando papeles impostados. Educo a mis hijos en el mundo en el que viven, saben quién soy y lo que hago, nadie les engaña, nadie les asusta, nadie les confunde, me conocen.

Soy mujer y sé qué gobiernos han mermado las ayudas a las políticas de igualdad, han hundido las pensiones y han liquidado las ayudas a la dependencia. Sé qué partidos políticos han defendido el aborto, las ayudas a la maternidad, la igualdad salarial y las pensiones no contributivas.

 

Sé quienes ha contribuido a la asistencia sanitaria gratuita, al acceso igualitario a la educación y a la justicia de calidad, conozco a quienes han vendido la sanidad, han privatizado la educación y han empobrecido la justicia.

Sé quienes nunca se han preocupado por las guarderías municipales, ni por los parques infantiles, ni por los centros de mayores, o las residencias sanitarias. Se quienes apoyan a las Kellys y quienes comparten mesa, mantel y financiación electoral con los defraudadores de impuestos, con los patrocinadores del trabajo negrero y con los que evitan pagar la seguridad social de sus trabajadores.

Sé qué políticos han respetado a los seres humanos con independencia de su sexo, raza o religión, quienes han patrocinado asociaciones y autobuses discriminatorios, quienes han negado el derecho a contraer matrimonio a las personas del mismo sexo, quienes han tratado de enfermos mentales a millones de personas por su inclinación sexual.

Reconozco a quienes han señalado, apartado y ofendido a las personas por ejercer su libertad. Sé qué gobierno limita nuestra libertad de expresión, de información, de crítica, de participación y de educación para convertirnos en una masa de idiotes.

Se quienes hacen por merecer el cargo político que ocupa y quienes aspiran a ocupar ese puesto sin merecerlo. Reconozco la mediocridad de hombres y mujeres, el cinismo del misógino y las campañas de manipulación. No me representan ni los hombres ni las mujeres que usan y abusan de algo tan serio como la discriminación de género con una frivolidad tan evidente que avergüenza.

Soy mujer, no me representas. Soy agitadora, no me engañas.

 

Eufemia Delgado

LO MAS LEÍDO