Aunque este diario ya avanzó la noticia el lunes por la noche, lo cierto es que la mayoría de la gente la ha recibido el martes. Nos estamos refiriendo al repentino fallecimiento de Domingo Rojas Rocío, el padre de la presidenta del ...
Aunque este diario ya avanzó la noticia el lunes por la noche, lo cierto es que la mayoría de la gente la ha recibido el martes. Nos estamos refiriendo al repentino fallecimiento de Domingo Rojas Rocío, el padre de la presidenta del Cabildo de Lanzarote, Inés Rojas.
Sólo hay que ver la cantidad de gente que se pasó por el improvisado tanatorio de Soo, el pueblo que le vio nacer hace más de 76 años, para saber que Domingo fue en vida una persona tremendamente querida. Sólo hay que comprobar además la gente que luego fue al entierro para cerciorarse de que tanto él como su familia cuentan con el cariño de un pueblo muy singular.
A lo largo de la jornada se fueron sucediendo infinidad de anécdotas. Todos los grupos políticos del Cabildo y del Ayuntamiento de Tinajo, en los que Inés Rojas es parte más que activa, consideraron la jornada de luto oficial. Y es que los cuatro hijos de Don Domingo, pero en especial su única niña, Inés, son tremendamente queridos en Lanzarote. Independientemente de las cuestiones políticas, que en estos casos jamás se mezclan ni deben mezclarse, hay pocas personas que puedan ver a la actual presidenta de la Primera Corporación como una enemiga. Adversaria sí, enemiga no.
Este año además está lleno de un sabor agridulce para Inés Rojas. Dulce porque ha alcanzado una de las grandes metas que se puede marcar cualquier político de la Isla, el ser el máximo responsable de la Primera Corporación insular. Agrio porque en poco tiempo ha perdido a su madre y a su padre, a quienes le unían fuertes lazos de afecto.
Hay que valorar en su justa medida el bonito gesto que tuvo la Reina de España, Doña Sofía. Aunque se habían conocido el día anterior, nos cuentan que llamó personalmente a la presidenta del Cabildo para trasladarle su pesar y su sorpresa por la noticia. Pudieron charlar un rato, no tanto eso sí como charlaron el día anterior. Ambas mujeres se están ganando a pulso el papel que les ha tocado jugar.
También hay que valorar el gesto de los grupos políticos del Cabildo y de todos sus trabajadores, que fueron los primeros en enviar a los medios de comunicación su nota de pésame.
Ahora sólo queda que entre todos animemos a la presidenta para que pueda superar este difícil momento.