EL PLAN TERRITORIAL Y LA FCM, UN PACTO DE RESPETO, por Pedro San Ginés Gutiérrez, consejero de los CACT

Aunque se me antoja harto difícil, tengo la esperanza de que no se cuestione mi más sincero reconocimiento a la magnífica labor que desarrolla la FCM en beneficio del conjunto de la sociedad conejera, e igualmente el sincero respeto ...

22 de mayo de 2006 (07:33 CET)

Aunque se me antoja harto difícil, tengo la esperanza de que no se cuestione mi más sincero reconocimiento a la magnífica labor que desarrolla la FCM en beneficio del conjunto de la sociedad conejera, e igualmente el sincero respeto ...

Aunque se me antoja harto difícil, tengo la esperanza de que no se cuestione mi más sincero reconocimiento a la magnífica labor que desarrolla la FCM en beneficio del conjunto de la sociedad conejera, e igualmente el sincero respeto que me merece su director de actividades D. Fernando Gómez Aguilera. No en vano, los Centros Turísticos - cuya gestión tengo el tremendo honor y la impagable oportunidad de asumir - han entrado recientemente en una más que necesaria senda de mutua colaboración con la Fundación, senda de la que sólo cabe esperar resultados positivos para unos Centros en cuyo nombre manifiesto públicamente la gratitud que nos merece esa insigne institución.

Ahora bien, dicho lo anterior y precisamente por el referido respeto a dicha labor, no puedo sustraerme de la preocupación que sintiéndome aludido y dolido me provoca ver cómo desde esa Atalaya, espero que sin intención, se induce a la opinión pública a ahondar en el descrédito generalizado de cuantos "políticos" entendamos que el Plan Territorial Especial De Ordenación Turística es una oportunidad que no debemos dejar pasar para incluir al menos el equipamiento básico de ocio complementario. Y digo inducir, porque el director de actividades fundacionales de la FCM, que no la Fundación, viene realizando en distintos medios declaraciones tales como que a los políticos - supongo que sólo a los que defendemos esa tesis - nos mueve correr tras no sé qué bolsas de dinero, que lo hacemos sometidos a intereses empresariales etc etc. Pues claro que estamos sometidos a intereses empresariales, y a intereses del más recalcitrante e irracional conservacionismo, y a intereses de quienes sólo quieren lo mejor para Lanzarote como le presupongo a la FCM, y a otros muchos intereses. Sometidos sí, porque somos cargos públicos y ello es inherente a nuestra responsabilidad, pero no necesariamente doblegados ni a unos ni a otros, porque esa es precisamente parte de la misión de quien gobierna, someterse a escuchar a cuantos más mejor y en consecuencia tomar decisiones que cuenten con el máximo consenso y criterio posible.

En tal sentido, supongo que además de escuchar a la FCM y a cuantos colectivos sociales de toda índole y naturaleza se pueda, cosa que me resulta muy recomendable y conveniente, también habremos de escuchar al menos a su mismo nivel - no más por si alguien se molesta - a los ayuntamientos cuya soberana representación a todos los efectos está legitimada por las urnas, y al sector privado que habrá de materializar fundamentalmente dicho ocio, entre otras cosas, porque la participación y el consenso de estos dos últimos, a diferencia de los recomendables primeros, resulta de un imperativo legal que viene contemplado de forma expresa en la Ley (Disposición adicional 1ª.4 y Directriz 6 ) y estoy seguro de que todos abogamos por respetar la Ley y la democracia. Todo ello sin olvidar por supuesto el igualmente conveniente debate en el seno del órgano asesor no vinculante, Consejo de la Reserva de la Biosfera, y sin olvidar que efectivamente el PTEOT hay que abordarlo desde una perspectiva insular y no exclusivamente municipal, pero tampoco que es sencillamente imposible y antidemocrático dotarse de tal perspectiva insular sin acercarnos PREVIAMENTE a la municipal.

La cuestión es que si convenimos necesario regular cuáles han de ser los equipamientos de ocio complementarios que precisa la isla, tal vez no hallamos convenido el cuándo pero si el qué , y por lo tanto se trata de poner el capital privado que tanto demonizan algunos al servicio del interés general y no al revés, aún aceptando que ese sin duda será el deseo de muchos empresarios, pero consciente de que ni son ellos quienes aprueban el plan, ni creo francamente que todos sean tan nocivos, muy al contrario considero imprescindible su implicación en positivo en todo este proceso. Por eso y por mucho más, quien firma y algunos más (CC, APL, PP, PIL, parte del PSOE y todos los ayuntamientos de la Isla, todas las patronales del sector turístico integradas en ASOLAN y AETUR que son muchas más de las que parecen; bares, cafeterías, agencias de viaje, rent a car, servicio discrecional de transportes, asociación de turismo rural, asociación de escuelas de buceo, de ocio y actividades, de hoteles, de apartamentos), e intuyo y apostaría que otras tantas organizaciones empresariales representativas que aún no se han pronunciado. En definitiva la inmensa mayoría del sector empresarial: grandes, medianos, pequeños y diminutos empresarios que también son sociedad y mucho -múltiples colectivos sociales que podrían ser cientos más de los que habitualmente se pronuncian, en este caso comprensivamente en contra etc., opinamos que hay que reaccionar. Desde coordenadas de restricción y conservación del territorio y crecimiento cero en camas, por descontado, pero cuanto antes porque ya estamos perdiendo competitividad a marcha acelerada. Mientras, otros opinan que debemos abordar en otro momento ese debate -* aunque alguno de ellos parece haber hecho lo contrario de lo que opina- en lo que a mi juicio supondría un inmovilismo muy perjudicial. El caso es que ambas posturas debieran ser respetadas sin que por ello quien escribe corra detrás de ninguna bolsa de dinero, ni quien no comparta mi opinión sea acusado de querer hundir la isla, entre otras cosas porque no creo que nadie lo quiera. Ese es el pacto de respeto que propongo.

De igual modo no puedo aceptar, salvo que alguien me demuestre lo contrario, que DOS GRANDES MENTIRAS colectivas se conviertan nuevamente en verdad a base de repetirlas, como es que Primera.- corre peligro la desclasificación de miles de camas, cuando el gobierno de Canarias ha repetido hasta la saciedad que no es así y que el crecimiento cero de camas turísticas ya está garantizado por las propias directrices y para bloquear las residenciales hay otros instrumentos. Primero se dijo que el PTEOT no podía contemplar ocio, luego que el contrato con el equipo redactor no lo contemplaba, luego resulta que sí puede y de hecho aparece profusamente en el documento revelando la * Segunda.- gran mentira, que no las únicas. Ahora dicen que el plan tendría que clasificar nuevo suelo si quiere contemplar ocio y someterse a la llamada Ley de Impacto Medioambiental, cuando la realidad es que el PTEOT por una parte no puede clasificar suelo y por otra su sometimiento a dicha Ley parece insoslayable. ¿Hasta cuándo esta estrategia de la confusión cambiando los argumentos que uno tras otro se desmontan por inconsistentes?. ¿Hasta cuándo y por qué, sí es válido el ocio que sí aparece en el actual PTEOT?

Debe saber D. Fernando que admito la posibilidad de estar profundamente equivocado, pero jamás la de estar vendido a espurios intereses sólo por disentir de su opinión. En cualquier caso, insisto en que confío y apelo a que no se interprete este artículo como un ataque a la FCM, sino como una mano tendida en público a su director de actividades -porque públicas y relevantes son sus declaraciones- que le invite a la reflexión sobre el mismo respeto que a priori merecemos todos, y por tanto reclamo de aquellos a quien tanto le profeso.

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