Y llegó Mauricio

Si no hay ningún cambio de última hora, la presidenta del Cabildo de Lanzarote, Inés Rojas, y los vicepresidentes primero y segundo, Manuel Fajardo y Mario Pérez, respectivamente, se van a reunir hoy con el consejero de Economía y ...

6 de octubre de 2005 (21:47 CET)

Si no hay ningún cambio de última hora, la presidenta del Cabildo de Lanzarote, Inés Rojas, y los vicepresidentes primero y segundo, Manuel Fajardo y Mario Pérez, respectivamente, se van a reunir hoy con el consejero de Economía y ...

Si no hay ningún cambio de última hora, la presidenta del Cabildo de Lanzarote, Inés Rojas, y los vicepresidentes primero y segundo, Manuel Fajardo y Mario Pérez, respectivamente, se van a reunir hoy con el consejero de Economía y Hacienda del Gobierno regional, José Carlos Mauricio, en un encuentro trascendental en el que estarán presentes los alcaldes de los siete municipios y el consejero de Economía y Hacienda, Luis Celestino Arráez. Aunque la nota de prensa remitida por la Primera Corporación insular no especifica el motivo del encuentro, no hace falta ser demasiado hábil para saber que hablarán sobre el Plan Socioeconómico de Lanzarote, es decir, la propuesta que el propio Mauricio pidió que se le trasladara para poder corregir parte de la deuda histórica que la Comunidad Autónoma tiene con esta tierra a través de una inversión que según sus optimistas estimaciones podría superar los 300 millones de euros.

Pensar mal y acertar suele ajustarse bastante a lo correcto. Si pensáramos mal, podríamos decir que José Carlos Mauricio tiene que haber sido el primer sorprendido al comprobar que las instituciones lanzaroteñas por una vez y esperemos que sirviendo de precedente han sido capaces de ponerse de acuerdo para sacar adelante un proyecto común. Pensando mal, además, podríamos decir que el consejero no se creía ni por asomo que el Cabildo y los siete ayuntamientos iban a presentar un trabajo serio en el que se recogieran los proyectos e iniciativas en los que se quiere que se invierta ese dinero, que repetimos forma parte de lo que se le adeuda a Lanzarote. Como no queremos pensar mal, tendremos que decir que Mauricio va a coger el documento que con tanto empeño y acierto ha preparado el equipo técnico que coordinaba Luis Celestino Arráez y no va a tener ningún reparo en asignar las partidas presupuestarias oportunas para que al menos la inmensa mayoría de las cosas se puedan llevar a cabo.

A estas alturas no tenemos que explicar en qué consiste la deuda histórica. Lanzarote ha sido la isla del Archipiélago en la que menos se ha invertido, no sólo ya en proporción al crecimiento poblacional de los últimos años sino por asignación anual en un reparto equitativo. La excusa que ha tenido siempre el Gobierno regional, una buena excusa, es que o no se presentaban proyectos en los que invertir, o no se liberaba suelo en el que construir, o no se hacía frente a la partida económica que se debía cumplimentar por parte de las instituciones locales. Todo ello cierto, aunque muy vago para convencer a una ciudadanía que no tiene la culpa de los berenjenales en los que le ha metido su clase política.

Por tanto, por una vez que se han hecho bien las cosas, por una vez en la que no se ha oído una palabra más alta que otra y todo el mundo se ha dedicado a hacer lo que tenía que hacer, hay que confiar en que el resultado sea el esperado. José Carlos Mauricio presume de ser un hombre de palabra, y su palabra está perfectamente recogida por éste y otros medios de comunicación. Por eso debe saber que seguiremos el destino de ese Plan Socioeconómico de Lanzarote, hasta que comprobemos que se han hecho todos los proyectos y se ha invertido todo el dinero.

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