Del puerto

Por Víctor Sanginés En estos pasados días, he leído con atención unas declaraciones del concejal de Fiestas de Teguise, Daniel Morales, quien planteaba que la afluencia de público a las celebraciones patronales de La Caleta de Famara las hacía ...

8 de septiembre de 2011 (14:06 CET)
Por Víctor Sanginés
En estos pasados días, he leído con atención unas declaraciones del concejal de Fiestas de Teguise, Daniel Morales, quien planteaba que la afluencia de público a las celebraciones patronales de La Caleta de Famara las hacía ...

En estos pasados días, he leído con atención unas declaraciones del concejal de Fiestas de Teguise, Daniel Morales, quien planteaba que la afluencia de público a las celebraciones patronales de La Caleta de Famara las hacía merecedoras de la consideración de fiesta insular. Y que de la mano de esta catalogación debería llegar una mayor colaboración del Cabildo en materia de seguridad. Y por qué no en su financiación, añado yo.

Como responsable del área de Festejos del ayuntamiento de Arrecife en el presente mandato y con cierta experiencia ya en el cargo, soy consciente del enorme esfuerzo económico y organizativo que supone para el Consistorio la puesta en marcha de los programas de San Ginés y de Carnaval.

Y a día de hoy, nadie puede negarle a ambos eventos su enorme atractivo para la población de toda la isla y para muchos de los turistas que se alojan en el nuestro y en el resto de municipios. De hecho, los Carnavales se promocionan en Fitur y los Sangineles fueron declarados fiesta de interés turístico en 1965.

También debo poner el acento en una programación dedicada alObispo patrón que de manera intencionada incorpora cada año la memoria de nuestro pasado porteño, con jolateros y cucañas, habaneras y folclore.

En el caso de los Carnavales, el ayuntamiento apoya el mantenimiento de los Buches, quienes, revestidos y parranderos, hacían las delicias de chicos y grandes hace ya cien años, con sus carreras y sus amenazantes vientres hinchados de pescado. La importancia cultural y etnográfica de las dos principales festividades capitalinas es incuestionable.

Como evidente resulta la consecuencia de la concentración masiva de personas en los actos festivos sobre los servicios habituales de limpieza, seguridad y orden público: un incremento presupuestario difícil de asumir por la Corporación.

Por tanto, me sumo a las demandas de Daniel Morales; las mismas que oímos al alcalde de Tinajo cada vez que se asoman Los Dolores por el calendario: el Cabildo debe apoyar a los municipios que organizan fiestas que superan el ámbito local, tanto en materia económica como en seguridad.

Así que, con todos mis respetos, señores consejeros, no olviden que durante las fiestas de San Ginés y en Carnavales, todos somos del Puerto.

*Víctor Sanginés, concejal de Fiestas, Transportes y Limpieza del Ayuntamiento de Arrecife.

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